Condenados, madre e hijo, coautores de perverso ultraje sexual a familiar de 10 años

Un tribunal condenó ayer a madre e hijo, al hallarlos responsables de abusar sexualmente de una nena de 10 años en una localidad del departamento General Taboada, por una venganza hacia la madre de la menor víctima.

Después de las 14, los vocales Julio David Alegre Paz (presidente), Rosa Falco y Juan Carlos Storniolo condenaron a Juan Carlos Aranda a 3,6 años de prisión, al hallarlo culpable del delito de "abuso sexual con acceso carnal" de la víctima. Cuando la atacó en el año 2021, el condenado tenía 17 años.

Asimismo, el veredicto fue extensivo a la madre de Aranda, Silvia Coronel, considerada "coautora" del vejamen sexual, en el interior de su vivienda, tras una emboscada a la menor. El alto cuerpo le impuso una condena de 6 años de cárcel.

Los alegatos

En los alegatos, la fiscal María Emilia Ganem requirió penas de 5 y 7 años para el horrendo sujeto y su madre, respectivamente, literales "socios" de la pesadilla vivida en una madrugada de terror por la nena.

Por el contrario, la defensa, a cargo de Pedro Orieta, bregó por la "absolución" de sus representados, escudándolos en el "beneficio de la duda".

En Cámara Gesell, la nena reveló que en 2021, Juan Carlos Aranda, la vejó dos veces. "La primera vez, estaba sola. Llegó él, me llevó a la pieza. Me ató las manos y me abusó. Se fue y mi hermanita, chiquita, apareció y me desató".

Posteriormente, "… un día vino a casa (Silvia Coronel). Me llevó a dormir con ella. De noche, la mujer hizo ingresar a su hijo a la pieza. Mientras ella me sujetaba, su hijo me volvió a violar", afirmó la menor. "Ahora tu madre va a saber lo que es el dolor", gritaba Silvia, en pleno ataque sexual de su hijo a la menor.

En contexto, las partes señalaron en el juicio que Silvia odia a la madre de la damnificada, porque ella había denunciado a tres hermanos, que ahora están presos, acusándolos de abusar de otras hijas.

Vale destacar que la odisea de la niña salió a la luz en septiembre u octubre del 2021, en una escuela del departamento Belgrano. La menor detalló que fue entregada por su madre a una amiga, apodada la "Chaqueña". Indicó que la mujer "sale a tomar con sus amigos. Sus sobrinos se quedan en la casa y me manosean", relató.

Un médico asistió a la alumna e informó a las autoridades que el cuadro era más tétrico de lo imaginado, ya que la menor arrastraba un largo pasado de abusos que ayer el tribunal bajó la persiana, con un fallo condenatorio.

Los excesos con víctimas menores, naturalizados

El juicio y sus protagonistas desnudaron prácticas, historias, anécdotas y episodios, sostenidos en un común denominador: abusos sexuales, con niñas menores convertidas siempre en victimas.

Ello se desprende de los relatos en las audiencias que dejaron azorados a los "actores", ubicados en la vereda de enfrente. No por habituales o cuasi naturalizados, el tribunal habría aceptado o determinado que la "suerte" de la nena, de 10 años, venía ya preestablecida por la génesis pervertida de los ahora condenados.

En algunos párrafos del debate, ventilado a puertas cerradas, se supo que hubo más episodios en que otras nenas habrían sido atacadas por otros parientes. Muchos de esos hechos tuvieron de escenario un basamento familiar tétrico: analfabetismo, orfandad y ausencia de figuras paternales.

Una de esas almas inocentes acaba de sellarle el candado a dos condenados y enviar un claro mensaje, cual tiro por elevación, al resto de mentes torcidas: un parate urgente en sus desviaciones carnales, o bien las celdas continuarán abiertas, y listas, para albergar a más involucrados en este caso.