Arribaron en un sulky, flanqueados por las banderas de sus países y escoltados por gauchos a caballo.
Celebraron las Bodas de Oro con la renovación de los votos matrimoniales Celebraron las Bodas de Oro con la renovación de los votos matrimoniales
LAS TERMAS, Río Hondo (C) Cuando de amor se trata no existen las barreras. Al menos así lo testimonian Olga y George, una argentina y un norteamericano, que este fin de semana celebraron sus Bodas de Oro con la renovación de votos matrimoniales en la parroquia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro de Las Termas.
Arriba de un sulky, flanqueados por las banderas de la Argentina y de Estados Unidos y escoltados por gauchos a caballo, Olga y George arribaron a la parroquia, donde eran esperados por familiares, amigos, conocidos, y el sacerdote César Atahuichi, quien presidiría la renovación.
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La celebración estuvo cargada de momentos emotivos, especialmente cuando se dio lectura a las cartas donde se reflejó el amor que los mantiene unidos desde hace medio siglo. Las lágrimas dijeron presente, los abrazos, los aplausos y el vitoreo hacia el matrimonio.
La historia de los protagonistas comenzó en Mar del Plata en 1973. Olga Pinar había emigrado hacia "La Feliz", donde consiguió trabajo en el hospital como enfermera. Por su parte, George Hearne, ingeniero electrónico y empleado de la Nasa, cumplía funciones en la Argentina.
Tras un breve noviazgo y pese a las barreras idiomáticas, el 21 de diciembre fue el feliz día. Sin embargo, al segundo día de casado George tenía que regresar a su país, pero sin su esposa. Olga tenía que iniciar el trámite para poder ingresar a EE.UU. En abril de 1974, George regresó a la Argentina para buscar a su esposa. Allí siguió la historia. Actualmente residen en Florida.
George tiene 78 años y Olga 75, y él da fe de que su esposa nunca olvidó su pago y su familia, razón por la cual siempre regresaron a Las Termas, donde recibió el afecto de sus cuñados y sus suegros, a los que considera "maravillosas personas". Además, sostuvo que su esposa fue amada por sus suegros y familiares. Ella aprendió a manejar con fluidez el inglés, a él aún le cuesta el español.
Además de la renovación de votos, la llegada en un sulky fue como un homenajea al oficio de la familia de Olga, quien en la celebración estuvo acompañada por el hermano de su papá, Hugo Ordóñez (padre del héroe de Malvinas, Cabo 2º Ramón Ordóñez).
Tras la ceremonia religiosa, la alegría y la emoción tuvieron continuidad en una gran fiesta de agasajo.
