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Caminos rurales: una mirada estratégica con impacto social del INTA y Vialidad Provincial

Por Juan Carlos Antuña

10/05/2024 06:00 Opinión
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Cuando se habla de mejorar la red vial, generalmente se piensa en autopistas o en rutas de primer nivel, pero se olvida sistemáticamente a los caminos rurales y a los recursos para su mantenimiento, cuando en realidad toda la Red Vial Argentina (RVA) contiene tres niveles: la Red Vial Primaria (RVP) con autopistas y rutas nacionales, la secundaria (RVS) con rutas provinciales, y la terciaria (RVT) con estos denominados caminos rurales. Es fundamental considerar estos tres niveles en su conjunto para garantizar una infraestructura vial completa y funcional en todo el país.

Por tanto, resulta imprescindible considerar a los caminos rurales como componentes integrales junto a las rutas pavimentadas, en lugar de verlos como entidades independientes. Podemos comparar este enfoque con el sistema circulatorio humano, donde los caminos rurales representan la capilaridad más fina, que, aunque conforman la red más extensa, también son los más sensibles a los factores externos, especialmente a las condiciones climáticas.

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Una interpretación común de los caminos rurales es considerarlos únicamente desde una perspectiva productiva, dejando de lado un aspecto crucial: forman parte de una red social más amplia que conecta a las comunidades rurales y facilita el acceso a servicios vitales como educación, salud, seguridad, alimentación y recursos básicos como el agua. Estos caminos influyen considerablemente en la calidad de vida de las comunidades, ya sea facilitando o limitando su acceso a estos servicios y recursos, dependiendo de su estado de conservación

Antecedentes históricos

El Plan de Caminos de Fomento Agrícola definió, por primera vez, una política explicita de desarrollo de caminos rurales a través del decreto-ley 9.875 del año 1956. "para beneficio de todo el país y en modo particular, para beneficio directo e inmediato de los productores rurales". 

Entre los fundamentos del proyecto se declaraba "la necesidad de restaurar la economía agraria a través de un rápido y económico desplazamiento de las cosechas, lo cual tendería a la disminución de costos, al aumento del área sembrada y al arraigo de la población campesina". Señalaba que el objetivo puntual era "la construcción, mejoramiento y conservación de caminos que comunicaran las unidades o centros de producción agrícola con las estaciones ferroviarias, puertos y caminos pavimentados".

Inicialmente, el plan previó como único medio de financiamiento a los aportes del gobierno nacional, pero luego fueron incorporados fondos provenientes de las retenciones a las exportaciones, otorgándole una estructura permanente para las obras y la participación de los municipios y vialidades provinciales.

Sin embargo, la responsabilidad sobre los caminos rurales quedó exclusivamente en manos de las provincias, cada una aplicando sus propios criterios sin un enfoque estratégico o presupuestario a nivel nacional que promueva una visión federal sobre la cuestión. Esto ha generado controversias respecto a la distribución de los recursos provenientes del impuesto a los combustibles destinados a estos fines.

Una mirada estratégica

Buena parte del presupuesto nacional está centrado en los impuestos conocidos como "retenciones", de los cuales Nación coparticipa una muy pequeña porción a través del Fondo Federal Solidario (FOFESO) para fines bastante diversos, pero que no contempla el mantenimiento de los caminos rurales, que a su vez son críticos para poder mantener el sistema productivo y por ende recaudatorio para su propia retroalimentación. 

En resumen, el mantenimiento de estos caminos están sujetos a los presupuestos provinciales, que en un contexto restrictivo como el que se atraviesa, pone en grave riesgo al propio sistema productivo e incluso la cohesión social.

Es importante tener en cuenta las particularidades de cada provincia. En este sentido, Santiago del Estero muestra un gran nivel de dispersión en las áreas productivas y de distribución de la población rural, especialmente teniendo en cuenta que la provincia tiene el mayor porcentaje de población rural del país con un 31,3%.

En resumen, la nación requiere de estos recursos presupuestarios, pero lamentablemente no asiste ni atiende a las provincias en un factor tan crítico como éste, especialmente en un contexto de cambio climático donde la vulnerabilidad a eventos extremos, como excesos o déficits hídricos, así como el deterioro causado por el tráfico, son altamente preocupantes.

Se requiere urgentemente un plan estratégico con una perspectiva federal que aborde los caminos rurales desde una dimensión social, pero que también priorice su importancia en términos productivos. Esto se debe a que la economía del país depende en gran medida de las exportaciones agroalimentarias y de la recaudación fiscal asociada, dado que la mayoría de la producción está vinculada a los caminos rurales.

Una de las principales carencias es la falta de información y digitalización de la red de caminos que está completamente desactualizada. Por ejemplo, se estima que en esta provincia la extensión total de los caminos rurales podría rondar los 60.000 km.

INTA Santiago y Vialidad Provincial en una propuesta pionera en el país

Desde INTA Santiago del Estero se planteó una propuesta que incluye, en primera instancia, la actualización y relevamiento de la red de caminos rurales empleando imágenes satelitales de alta resolución (Spot 7) provistas por la CONAE (Comisión Nacional de Actividades Espaciales), para lo cual se realizó el año pasado una prueba piloto en el departamento Pellegrini que arrojó un total de 2.150 km de caminos. 

Posteriormente, se relacionó a la información sobre esta red terciaria con las rutas pavimentadas y los mapas de cultivos, producto de lo cual se estimó que circularían alrededor de 27.100 camiones sólo para extraer la producción de soja, maíz y poroto en la campaña de verano, sin considerar otros cultivos ni productos forestales. También se determinó que sólo el 12% de las 152.000 ha del departamento se encuentran a menos de 1 km de alguna ruta pavimentada.

Luego, se capacitó a un equipo de técnicos del Consejo Provincial de Vialidad en el uso de estas imágenes para realizar la tarea de digitalizar toda la red de la provincia. De esta manera, Santiago del Estero será la primera provincia en tener la red de caminos rurales completamente actualizada y digitalizada del país. 

Este modelo, junto a los mapas de cultivos y una aplicación de caminos rurales para celulares, será progresivamente implementada en el resto del país, para lo cual se están realizando convenios, además del ya suscripto con la CONAE, con la Asociación Argentina de Carreteras, la Federación de Transportadores Argentinos (FETRA) que transportan cereales y otras Instituciones.

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