Según la víctima, por religión, lo alojó en un local suyo. Desapareció con 58 celulares y le dejó cajas con arena.
Detuvieron a un "indigente" en un hotel sindicado de robar 58 celulares valuados en $ 300 millones Detuvieron a un "indigente" en un hotel sindicado de robar 58 celulares valuados en $ 300 millones
La policía detuvo ayer a un hombre oriundo de Buenos Aires, sospechado de sustraer 58 celulares de alta gama a un comerciante de calle Buenos Aires valuado en $ 300 M., dentro de un contexto de indigencia, lo que habría despertado la solidaridad o confianza en demasía, de la víctima hacia el victimario.
El acusado es Gabriel Omar Falivene, 56 (foto), quien fue apresado en un hotel de Moreno y San Martín, en procedimiento coordinado por la fiscal, Celia Mussi, quien lo indagó en la víspera, sin que trascendiera su versión. El denunciante sería Gabriel Cisneros, 27, quien habría precisado que hace menos de dos semanas descubrió el faltante de 58 aparatos que aún no habrían salido a la venta: 40 Samsung modelo S23 Fe; 9 S23 Ultra y otros 9 Z Fold5.

Cajas de presentación
"Todos ellos en sus cajas de presentación y sin uso, valuados por un total aproximado de $ 300.000.000 (trescientos millones)", subrayó Cisneros en su presentación tanto en la Seccional Primera, como en el Departamento Delitos Económicos. Trabajan, Mussi y Fernanda Vittar.

Dichos artefactos se encontraban en el ropero de su habitación en calidad de depósito, ya que Cisneros se dedicaría a la venta de celulares en un local ubicado en la planta baja de su residencia.
Según Cisneros, hace un poco más de medio año habría conocido a Falivene. A quien sindicó de "encontrarse en situación de calle" en el 2023. Lo habría socorrido; ayudado con un préstamo de $ 2 M. y hasta permitido que se hospedara en un segundo local comercial de su propiedad.
Fundamentó su acusación porque Falivene habría sido "la única persona que tuvo acceso a la residencia" y la última vez lo que vio sería en marzo último y perdió todo contacto.
Llenas de arena
Ahondó el damnificado que se dio con la sorpresa, al abrir las cajas y descubrir que en lugar de los celulares contenían arena, trascendió de la investigación.
A la denuncia, Cisneros habría adjuntado un total de 10 fojas las cuales serían las facturas de todos los teléfonos celulares denunciados como robados.
Por último, el comerciante proveyó a la Justicia publicaciones en la red social Facebook emitidas por una cuenta x donde reconoció los teléfonos celulares como de su propiedad, enfatizando que los mismos aún no habrían salido al mercado para la comercialización.
Urgente, policías y la fiscal Mussi pusieron manos a la obra. Interceptaron a Falivene en un hotel y fue detenido a las pocas horas, pero sin los celulares de los $ 300 M.
"Mi cliente aún no se reencontró con los aparatos y ojalá no logren ser vendidos"
El abogado que asiste al comerciante señaló que el proceso "está en curso, dejemos que la Fiscalía y la policía profundicen la búsqueda, ya que mi representado aún no se reencontró con los celulares".
Prudente, Ángel Sández señaló: "Todo guarda cierta similitud con lo publicado. Mi cliente obró de buena fe; dio alojamiento a una persona que lo necesitaba y a todas luces el pago no fue el esperado. Se fue y semanas después se descubrió la desaparición de 58 celulares".

"Trabajar y acompañar"
Para el abogado, ahora solo resta trabajar y acompañar las diligencias que lleva adelante el Ministerio Público Fiscal. "Confiamos en que los celulares no puedan ser vendidos, ya que cuanto más nuevos, más rastreables y difíciles de comercializar en el mercado negro", interpretó.
Consultado sobre el detenido, Sández juzgó que "es el fiel exponente de aquel postulado: el bien que se hace, con el mal se paga. Y mi representado es el damnificado", sintetizó.
Si alguno de los celulares es activado, obrará de GPS y guiará a la policía a su paradero
La Fiscalía citará a Cisneros para que ratifique las denuncias, trascendió al cierre de esta edición.
Según la investigación, una vez que la funcionaria se interiorice de lo declarado ayer por el acusado, será el turno del comerciante, para recién obtener un contexto sobre la misteriosa desaparición de 58 celulares y una cifra de ensueño en tecnología: $ 300 M.
Mientras tanto, los expertos en informática tendrían los ojos abiertos, expectantes de que alguno de ellos sea activado, lo cual obraría como un GPS capaz de direccionar a la policía hacia cualquier punto cardinal y no necesariamente en geografía santiagueña.
Por ende, mal que les pese, el o los sujetos que quizá estén tras el negociado de los 58 celulares (el detenido u otros) tienen en claro que si osan negociarlos, al instante la policía los ubicará y es casi seguro que les caerá con todo, simplificó un experto en tecnología.
La única salida disponible es "dormirlos", a la espera que la cuasi espuma investigativa cese y algún día algún experto desactive los celulares, para así aspirar a convertirlos en dinero.








