El carnicero fue beneficiado con domiciliaria. Y su peón, Ángel Antonio Caro, terminó excarcelado. El golpe fue en el campo "El Carancho", el 22 de marzo. Víctima, el titular de la Sociedad Rural de Matará.
Preventiva para el carnicero Abregú y el "empleado infiel", Camus, del productor Fernando Moisés Preventiva para el carnicero Abregú y el "empleado infiel", Camus, del productor Fernando Moisés
Contra todo pronóstico, la Justicia excarceló ayer a un changarín; y dictó prisiones preventivas a su patrón, un fuerte carnicero de Suncho Corral, Juan Felipe Ibarra, y al ex empleado "infiel" de un productor y titular de la Sociedad Rural de Matará.
La historia tuvo su prólogo el 22 de marzo, ocasión en que la policía sacudió de su modorra al teórico submundo del abigeato. Fueron apresados el carnicero Sergio Omar Abregú; su empleado, Ángel Antonio Caro y Néstor Fabián Camus, hasta allí brazo derecho del denunciante, Fernando Moisés.
Según el proceso que comanda la fiscal Luján González Garay -por "abigeato agravado"- todos eran cómplices en el robo sigiloso-hormiga de terneros a Moisés, con una reciprocidad de $ 80.000 por cada ejemplar.
El escenario resultó el campo "El Carancho", a la vera de la ruta 89, a 3 kilómetros de Suncho Corral, Juan Felipe Ibarra. Moisés estimó que fácilmente los cuatreros le robaron casi 600 vacas en los últimos meses.
Ante el juez de Control y Garantías, Rodolfo Améstegui (foto), la Fiscalía y el "pelotón" de abogados arribaron ayer perspectivas diametralmente opuestas. González Garay cargó duro contra Abregú y Camus, y les enrostró haberse apoderado de ganado de Moisés.
Marcelo Castillo Gioya comandó la ofensiva, en representación de Abregú. Objetó la constitución de querellante y denunciante de Moisés, quien es asistido por Jorge Navarro. "Los policías del operativo son empleados de Moisés", golpeó el abogado, al reprochar la legalidad del operativo, antes, durante y después de las aprehensiones.
Estocada de la querella
Semanas atrás, Navarro atacó los negocios de Abregú. En esencia, lo acusó de engordar sus dos carnicerías con carne robada y sugirió que la 4 x 4 en que se paseaba de noche por ruta 89 era para birlarle terneros a Moisés, merced a su aliado, Camus.
Lejos de bajar pulsaciones, los otros abogados también cargaron contra Moisés. José Barnes indicó que su cliente no tenía ningún tipo de responsabilidad y, con ello, buscó inmunizarlo del mote de "empleado infiel". En esa sintonía, el abogado Rojas preguntó en el recinto "¿Cuál es el pecado de mi representado?, ya que no estuvo presente durante el procedimiento".
Rojas ahondó que Caro arribó al lugar "porque su patrón lo llamó ante un imprevisto, pero nada que ver con robo de vacas", subrayó el letrado. "Los horarios reales difieren al del procedimiento", acotó.
Ya en el corolario de la batalla verbal, Castillo Gioya instó a la libertad y/o domiciliaria de Abregú, al alegar que su cuadro de diabetes "se ha disparado desde su detención".
El debate terminó con "una de cal y otra de arena" para Abregú: preventiva y domiciliaria. También, preventiva para Camus y el gran ganador fue Caro, libre tras un mes y tres semanas preso.