La excepcional pieza es calco artísticamente exacto, incluye hasta detalles de su deterioro, elaborada por el reconocido orfebre Juan Carlos Pallarols, quien tradicionalmente realiza los bastones de mando de los presidentes de la Argentina.
La ciudad de La Banda tiene una réplica del sable de nuestro Libertador La ciudad de La Banda tiene una réplica del sable de nuestro Libertador
Por Graciela Padilla y José Olivieri
Un calco exacto, realizado por el reconocido orfebre Juan Carlos Pallarols, se exhibe hoy en la Sala 16, donde funciona la sede de la Asociación Civil Cultural Sanmartiniana, el Instituto Belgraniano, el Centro Güemesiano "Infernales" y la Asociación Cultural Browniana, todas instituciones patrióticas de la ciudad de La Banda.
La Sala es también un museo privado, cuyos propietarios ?Graciela Padilla y José Olivieri? adquirieron este maravilloso ejemplar que se exhibe en una vitrina especial.
VITRINA. La pieza fue adquirida por los sanmartinianos Graciela Padilla y José Olivieri.
Una semblanza de la historia del sable
El entonces teniente coronel de caballería José Francisco de San Martín zarpó de Cádiz el 14 de septiembre de 1811 e hizo escala en Londres a fines de ese año.
Su destino final era el Río de La Plata, adonde llegó el 9 de marzo de 1812 para poner sus servicios a disposición de la lucha por la libertad de su patria natal.
En Londres, debió esperar unos cuatro meses la salida del buque que lo traería a tierras americanas. En una de sus caminatas por las calles de la capital británica, le llamó la atención un arma blanca que se exhibía en la vidriera de una tienda de compra y venta. La observó detenidamente y, con curiosidad, entró al negocio y solicitó al vendedor que le permitiera sostenerla y manipularla.
Nuestro Padre de la Patria adquirió entonces su más preciado y fiel compañero: el sable que diera la señal que llevaría a sus valientes Granaderos a la victoria, el que lo acompañaría a lo largo de la campaña que llevaría a cabo para liberar medio continente.
El sable
Esta arma de origen morisco era muy codiciada por los militares europeos en esa época.
La hoja de acero de Damasco (el nombre se debe a que es originario de la capital de Siria) era de inmejorable calidad en cuanto al filo, resistencia y ligereza. La hoja en sí tiene 81,80 cm de largo, con un total de 94,80 cm si se le agrega la empuñadura; tiene un ancho de 2,7 cm y un espesor de 0,05 cm. Su peso es de 910 gramos con la dragona (cordón con borla que sirve para sostener el arma en la muñeca).
La empuñadura tiene cachas de madera de ébano de las Indias Orientales (también llamado ébano de Ceylán o ébano negro), con detalles en rayas cruzadas para un mejor agarre, y una cruz entre el final de la empuñadura y el comienzo de la hoja.
La vaina tiene un largo de 84,5 cm y pesa 680 gramos. Está recubierta de cuero y bronce y, en el final, tiene una pequeña ruedita para que no se desgaste cuando el arma llega al piso y es arrastrada al caminar.
Según investigaciones realizadas, el sable había sido fabricado cien años antes de que San Martín lo adquiriera. Estas armas árabes o japonesas eran de una resistencia y belleza únicas y consideradas obras cumbre de la metalurgia pre-científica.
San Martín eligió su arma personal, que inmortalizaría con su genio y liderazgo cuando la desenfundaba y el resplandor de su hoja iluminaba el pecho de los patriotas al mandar la carga del glorioso Ejército de Los Andes.
Cómo Pallarols logró la réplica exacta
En su oportunidad, una vez que el gobierno concedió el pedido formulado por el reconocido orfebre Juan Carlos Pallarols, el sable original fue llevado a su casa-taller en San Telmo, donde lo tuvo durante treinta y dos días con la custodia de una guardia permanente de Granaderos.
De esa manera, pudo realizar minuciosamente las plantillas de las medidas milimétricas y el peso exacto de esta joya histórica.
Cuenta con emoción el orfebre que muchas de las noches en que la gloriosa arma estuvo en su poder no lograba conciliar el sueño, y en distintos horarios de todas las madrugadas se incorporaba, inquieto, para ver las imágenes que le transmitía un monitor, ya que no podía terminar de convencerse de que la preciada reliquia estuviera descansando en el banco de trabajo de su taller y bajo su mismo techo.
La réplica en La Banda
Hoy, un calco exacto, que exhibe los deterioros y las abolladuras de su trajinar, se exhibe en la ciudad de La Banda bajo la custodia del matrimonio sanmartiniano Padilla-Olivieri, feliz de poder ofrecer a los visitantes la oportunidad de ver de cerca y admirar la réplica del sable histórico.
La sala-museo
Además de la réplica descripta, la Sala 16 alberga otras piezas de valor histórico, tales como armas, uniformes, libros, etc., según puede apreciarse en las imágenes.
Una que despierta gran interés no solo entre niños y alumnos sino también entre personas de otras edades es el maniquí con el uniforme original de Granadero, que custodia la entrada de la Sala.
Otra pieza que sorprende por su peso es una de bala de cañón original de la época de la independencia y, también, una réplica del Tambor de Tacuarí, perteneciente al Regimiento de Patricios.
Inauguración y actividades de Sala 16
Esta sala fue inaugurada en diciembre de 2019 por el entonces intendente municipal Proc. Pablo Mirolo, y el fray Amado Montironi de la Iglesia de Santo Domingo dirigió unas palabras muy emotivas e impartió una bendición especial al lugar, a los presentes y a la memoria del general San Martín.
En esa oportunidad, concurrieron los Defensores del Pueblo de la Provincia y de La Banda, la subsecretaria de Educación y Cultura y la directora de Turismo de la ciudad, representantes de instituciones tales como el Rotary Club, Club de Leones, Centro Homero Manzi, historiadores, como también miembros de las instituciones patrióticas que alberga la Sala 16.
En este rincón de la patria se recibe la visita de alumnos de los distintos niveles educativos, y se llevan a cabo conferencias, charlas, presentaciones de libros, entre otras actividades.
Futuros proyectos
En este momento, están avanzadas las conversaciones con funcionarios de los gobiernos provincial y local para realizar una presentación oficial de esta réplica del sable y existe la posibilidad de contar con la presencia del orfebre Juan Carlos Pallarols, que realizó el calco.
