Con la baja del dólar como principal argumento, funcionarios y economistas sostienen que los precios podrían desacelerarse significativamente en los próximos meses.
El Gobierno apuesta a una inflación mínima en octubre: ¿Es posible llegar al 1%? El Gobierno apuesta a una inflación mínima en octubre: ¿Es posible llegar al 1%?
El Gobierno mantiene la expectativa de que la inflación continúe descendiendo en los próximos meses, con la intención de llegar a las elecciones legislativas de octubre con un índice de aumento del costo de vida por debajo del 1%.
Esta perspectiva explica la intervención directa del ministro de Economía, Luis Caputo, en la disputa entre fabricantes y cadenas de supermercados, con el objetivo de frenar nuevas subas en las listas de precios.
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El economista Miguel Boggiano también se mostró optimista, al señalar que el dólar continuará su tendencia a la baja en las próximas semanas, lo que, a su juicio, contribuirá a una desaceleración inflacionaria. "Para junio o julio probablemente veamos una inflación inferior al 2%", aseguró en el programa Cristina sin vueltas, conducido por Cristina Pérez en Radio Rivadavia, detalla el portal de Noticias Argentinas.
Desde el oficialismo argumentan que los precios deberían retroceder, basándose en que mientras en diciembre de 2023 el dólar cotizaba a $840, actualmente ronda los $1.160, mostrando una tendencia descendente bajo el nuevo esquema cambiario, a pesar de la inflación acumulada en 2024.
Históricamente, el dólar ha sido utilizado como parámetro para aplicar aumentos de precios, incluso en sectores que no están directamente vinculados con la moneda estadounidense, remarcan.
En este nuevo escenario surge una pregunta central: ¿Es posible que bajen los precios en góndola si muchos productos se fijaron con un dólar de $1.400 o más?
Desde la Casa Rosada consideran que tanto los alimentos como los insumos deberían ajustarse a la baja, reflejando la nueva cotización del dólar. También insisten en que es fundamental reducir los márgenes de ganancia excesivos, en especial aquellos relacionados con operaciones financieras o promociones encubiertas, para lograr una baja real en los precios.
"Tenemos que preguntarnos cuál sería hoy el precio adecuado de los productos que consumimos, calculado en función del valor real del dólar actual, y no sobre referencias de $1.400 o incluso $2.000", afirman desde el equipo económico. Asimismo, destacan que monitorear y difundir los cambios semanales en los precios puede fomentar la transparencia y generar presión para una corrección a la baja.
