Unas 10.000 personas tomaron parte de esta manifestación de fe tradicional de la Semana Santa. "Qué lindo es que esta tradición de fe tan arraigada en nuestro pueblo permanezca", dijo el arzobispo de Santiago del Estero.
"Necesitamos recuperar la esperanza en medio de tantas dificultades y de tantos desánimos" "Necesitamos recuperar la esperanza en medio de tantas dificultades y de tantos desánimos"
Con una presencia multitudinaria de fieles, calculados en 10.000 personas, se desarrolló ayer el 41º Vía Crucis en Bicicleta y Moto organizado por la parroquia Nuestra Señora de Sumampa, y que finalizó con la apertura de la Puerta Santa, ritual especial el Año Jubilar decretado por el papa Francisco, que fue encabezado por el arzobispo de Santiago del Estero, el cardenal Vicente Bokalic.
Luego de la marcha penitencial, el purpurado junto al párroco de Sumampa, padre Raúl Llugdar, bendijeron a los participantes que fueron atravesando la Puerta Santa.
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El cardenal Bokalic se mostró complacido por la presencia numerosa de fieles, y dijo que este Vía Crucis "es lindo que esto que se inició hace 41 años el padre Marozi con la gente de la parroquia de Sumampa, vaya pasando por generaciones".
"Es una enorme alegría que la gente haya podido hacer este camino de la cruz, en el que reflexionamos sobre la entrega de Jesús, pero que este año tiene una tónica especial, porque es el Año Jubilar que nos convocó; un año de gracia muy especial que necesitamos todos, porque necesitamos recuperar la esperanza en medio de tantas dificultades, de tantas caídas, de tantos desánimos, recuperar esa esperanza que está en nuestro corazón", dijo.
Puntualizó que "en esta manifestación de fe, el que nos da esperanzas es la resurrección de Jesús. Hoy meditamos a Cristo crucificado, como pensando en aquellos que lo sepultaron y pensaron que se terminó la historia de Jesús; que pusieron una piedra grande a su sepultura, pero el domingo de Pascua esa piedra estaba corrida y Jesús había resucitado, y esa es nuestra esperanza".
"Sabemos que la muerte no es el final, es un paso a la vida nueva. Es lo que renovamos hoy con mucha alegría. Por supuesto, cargando con tantos pesares de nuestro pueblo, pero que ve en Jesús la esperanza, al que los entiende y en el que esperamos el camino nuevo", reflexionó.
Finalmente resaltó que "Santiago es un pueblo al que le gusta mantener las tradiciones, en el folclore, en la poesía, en las costumbres, y que lindo es que esta tradición de fe tan arraigada en nuestro pueblo permanezca. Pudimos ver a tantos padres que han venido con sus hijos, y esto es sembrar a futuro".
