En la convulsionada Roma, el constante desfiles de fieles por la tumba de Francisco, se mezcla con las mil y una conjeturas acerca de quién será el elegido para suceder al Papa argentino.
El cardenal Vicente Bokalic en el centro de la escena vaticana El cardenal Vicente Bokalic en el centro de la escena vaticana
Por Cintia Suárez. Enviada especial a Roma.
Dos hechos movilizaron a los argentinos y en especial a los santiagueños, este martes 29 de mayo de 2025. El periodista Eduardo Feinmann sorprendió con una declaración lanzada en su programa matutino de Radio Mitre: "Ojo con Vicente Bokalic". Por otra parte, la Revista Gente publicó en sus redes sociales: "Quién es monseñor Bokalic que puede reemplazar a Francisco".
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Parece ser una de las tantas conjeturas que por estas horas se tejen a días del inicio del cónclave que reunirá a 137 cardenales de todo el mundo para definir al nuevo Sumo Pontífice. Lo cierto es que monseñor Vicente se encuentra en Roma sumido, al igual que los demás prelados, en un profundo momento espiritual en el que así lo afirman los voceros eclesiásticos- buscan la inspiración del Espíritu Santo para que guíe sus decisiones y su voto.
Pero también es cierto que desde su llegada al Vaticano, Bokalic ha sido visto como el obispo que Francisco convirtió en cardenal muy recientemente y al que decidió elevar su comunidad a arquidiócesis primada y con la canonización de nuestra Santa Mama Antula.
Feinman solo se limitó a decir: "Bergoglio había pedido que la iglesia no debía ser autoreferencial, que debería mirar hacia afuera. Los cardenales argentinos son Ángel Rossi, Victor Fernández, Mario Poli y Vicente Bokalic. Algunos dicen 'ojo con el arzobispo de Santiago del Estero'".
Vicente Bokalic, nacido en Buenos Aires y miembro de la Congregación de los Misioneros del Sagrado Corazón, fue designado obispo de Santiago del Estero en 2013 por el propio Francisco, primer arzobispo de Santiago del Estero y primado de Argentina, desde septiembre de 2024, Fue creado cardenal por el papa Francisco durante el consistorio del 7 de diciembre del mismo año, lo que refuerza la idea de una cercanía espiritual y política entre ambos. A lo largo de su carrera, se ha destacado por su trabajo pastoral con comunidades vulnerables y su compromiso con la justicia social.
"Puede haber un nombre inesperado"
En ese marco, la enviada especial a Roma, Cintia Suárez, declaró ayer que "puede haber un nombre inesperado, como ocurrió con Francisco" en la elección del próximo Papa.
Respecto del cónclave, adelantó que se espera que dure entre dos y tres días. "En este momento, los cardenales se están reuniendo a diario para conocerse mejor antes de ser encerrados durante el cónclave. Podrán realizar hasta cuatro votaciones por día", explicó.
Sobre el posible sucesor de Francisco, consideró que "resuena con fuerza el nombre del cardenal italiano Pietro Parolin" y que hay cierta seguridad de que "se continuará con la línea de Bergoglio". Sin embargo, no descartó sorpresas: "Como en toda la historia, siempre está la frase 'el que entra papa, sale cardenal'. Puede haber un nombre inesperado, como ocurrió con Francisco". La famosa frase se refiere a que en no pocas oportunidades aquel que todos pensaban que era seguro el próximo Papa, al finalizar las votaciones, no es el elegido.
El Colegio Cardenalicio está compuesto en un 70% por miembros designados por el papa Francisco, lo que podría incidir en la elección. "Incluso suena el cardenal de Filipinas, como una opción que se aleja de los perfiles tradicionales. Nos pueden sorprender", señaló.
Para los diarios italianos, el favorito es el cardenal Pietro Parolin
A una semana del comienzo del cónclave que deberá elegir a su sucesor, los diarios italianos tienen por favorito a suceder a Francisco, al cardenal italiano Pietro Parolin, secretario de Estado, número dos de Francisco.
"Parolin también tiene sus puntos débiles, que van más allá de la presión que reina en las reuniones pre-cónclave para que, después de 47 años, vuelva a haber un papa italiano", escribió ayer la periodista Elisabetta Piqué en La Nación. "Pero empecemos con los muchos puntos a favor de Parolin: se trata de un purpurado muy amable y moderado, hábil diplomático, que muchos creen que calmaría los ánimos después de un papado que a nivel interno crispó las aguas, considerado por algunos demasiado abiertos, informal y disruptivo".
"Todos los analistas coinciden en que el cardenal de origen véneta entrará a la votación con una posición privilegiada y un buen paquete de votos. De 70 años y de estilo curial en las antípodas con su exjefe, es el candidato más conocido en medio de un colegio de cardenales electores nunca tan internacional (71 países representados), numeroso y variopinto".
Piqué se explaya: "Durante su mandato, Parolin, que de niño jugaba con misas y decía que quería ser papa de grande, hizo viajes por todo el mundo y por eso es el más conocido entre cardenales electores que lamentan no haberse visto casi nunca. Por otro lado, según las normas de la Universi Dominici Gregis (la constitución apostólica que es "la biblia" del cónclave), Parolin, como es el mayor de los cardenales-obispos, será quien dirigirá el cónclave. Tanto el decano del Colegio cardenalicio, el italiano Giovanni Battista Re, como el vicedecano, el argentino Leonardo Sandri, en efecto, son mayores de 80 años y no pueden ingresar a la Capilla Sixtina. Además, se presenta como un candidato de continuidad, al haber sido el número dos de Francisco; aunque muchos cuestionan esta interpretación".
Puntos débiles
"Entre los puntos débiles, más allá de que no tiene experiencia pastoral sólo vivió un par de años en una parroquia-, el primero es que no cuenta con el apoyo de los 19 cardenales italianos que participarán de la votación. Estos no son un bloque compacto precisa Piqué-. Están divididos y compiten entre ellos. Parolin, en efecto, se enfrenta a otros dos candidatos considerados "papables": el cardenal Matteo Zuppi, arzobispo de Bologna y presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, de 69 años y en línea con Jorge Bergoglio, de la Comunidad de San Egidio; y el patriarca latino de Jerusalén, Pier Battista Pizzaballa, de 60 años e impulsado por un ala conservadora".
"La división de los italianos también tiene que ver con algo que los diarios italianos apenas insinúan, pero que es un secreto a voces. Si bien Parolin fue designado por Francisco como su número dos en agosto de 2013 y lo hizo volver a Roma desde Venezuela, donde fue nuncio (embajador vaticano), muchos saben que, con los años, se fueron distanciando. Lo cierto es que el propio Papa en los últimos meses de vida se ocupó de hacer entender que Parolin no era su apuesta para el cónclave, ni su delfín. En febrero, poco antes de ser internado en el Gemelli y pensando en su sucesión, Francisco decidió extender el mandato como decano del colegio cardenalicio a Re, de 91 años y que ya llevaba cinco ocupando ese cargo. Entonces, no dio explicación alguna sobre su decisión puntualiza Elisabetta Piqué en La Nación-. Pero a nadie se le escapó que, como el decano del colegio cardenalicio juega un papel fundamental en la "sede vacante", prefirió dejárselo a Re, que por edad no puede ingresar al cónclave".