Nunca un escenario tan propicio para que Javier Calamaro comparta su música con los santiagueños. El sábado estará en Zambra Le Bistró. Él tiene su propio trayecto culinario y proyectos que unen música y comida.
Javier Calamaro sazona la música con otros sabores Javier Calamaro sazona la música con otros sabores
Mañana, Javier Calamaro se presentará en Zambra Le Bistró, con un concierto íntimo, a través del cual compartirá todos sus hits, y sus nuevas creaciones, mientras el público tiene la posibilidad de disfrutar también de la exquisita propuesta de la chef Narda Lepes. Antes, Calamaro habló con EL LIBERAL.
¿En qué momento de tu vida te encuentra tu presente artístico?
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En un momento muy fructífero, donde ampliamos los horizontes, mucho. Todo eso es consecuencia de un proceso que se viene dando en mi vida desde hace años, cada vez más, porque amplié mi horizonte artístico a otras nuevas gamas del arte como lo es el arte culinario, el arte milenario del aceite de oliva; el arte centenario del aceto balsámico, y cada una de esas cosas, por su parte, se está convirtiendo en una nueva unidad en mi vida. Actualmente, tengo dos acetos balsámicos, que son extraordinarios. No vienen porque sí. No son regalos de la vida, sino fruto de mi relación con Gabriel Guardia, el único maestro acetero del continente, el único americano que se fue a vivir a Módena para estudiar el arte centenario del aceto balsámico con los maestros aceteros, ancianos de 90 y pico de años. Trajo esa técnica para la Argentina y para comenzar la producción se trajo a su maestro acetero, y así arrancaron la eloboración de un producto extraordinario. Mi primera ampliación de este último tiempo fue gastronómica. Va por ese lado.
¿Cómo nacieron tus propios productos?
Así como yo era fan del trabajo de Gabriel Guardia, porque soy fanático, hace rato del aceite de oliva, él era fan mío. Un día me llamó para preguntarme si podíamos encontrarnos en Mendoza -hace algunos años- cuando yo iba a tocar en un teatro, en Godoy Cruz, y me quedé dos días con él y me comenzó a explicar el arte del oliva, me habló del aceto balsámico y el fruto de ese encuentro fue que terminamos con mi nombre, mi marca, elaborando 5 productos, 3 aceites de oliva y dos acetos balsámicos. Ahí mi mundo se amplió muchísimo. También coincidió en un pospandemia, en el que terminé con un programa de televisión que tiene su propia historia. En plena pandemia, Maxi Pardo me llama y me dice que me quiere contratar para cocinar en su propio programa. Terminan los 8 programas que estaban pautados, Rock and Futbol, que salió por América y me quedé con mi cocinero personal Rodrigo Aguirre y seguimos por la nuestra. En lugar de abandonar la tele hicimos "La Cocina de los Calamaro", cuya propuesta era traer amigos a mi casa, cocinar, charlar y cantar. Terminaron siendo 200 programas, por Canal 9.
Ahora Javier Calamaro va por su restaurante y junto a Rodrigo Aguirre está elaborando el menú de su sueño. "Vamos a hacer un restaurante con escenario, show, y el menú que me gustaría encontrar en él", anticipó.
Cuando se le pregunta cuál es hoy el horizonte de Javier Calamaro, no duda: "Compongo canciones, voy a participar en un disco homenaje a un artista importante con algunas figuras, salgo de gira cada fin de semana, tengo viajes, grabaciones, esa es mi vida desde el año 84", resumió. La música es su esencia, y le gusta compartirla, como lo hará en Santiago.








