Un abrazo que vale más que un gol: padre e hijo se reencuentran por Platense en la final

Este domingo, el Estadio Único Madre de Ciudades de Santiago del Estero es mucho más que el escenario de una final de fútbol. Mientras Huracán y Platense se preparan para disputar el título del Torneo Apertura 2025, en la antesala de un encuentro histórico, un momento íntimo y profundamente conmovedor robó el protagonismo por un instante. Fue un reencuentro que trascendió la pasión por los colores y tocó el lado más sensibles de quienes lo presenciaron en vivo o a través de la pantalla.

La escena ocurrió durante una transmisión en directo de TyC Sports. Un hincha de Platense, visiblemente emocionado, compartía lo que significaba estar allí, a minutos de ver al Calamar disputar su primera final de liga en la historia de la Primera División. Rodeado de calor de los fanáticos, la manija de los hinchas y el sol santiagueño que aporta este momento emotivo, algo inesperado sucedió.

Mientras relataba su emoción, de entre la multitud emergió su hijo, también vestido con los colores marrón y blanco. La sorpresa fue absoluta. El hombre se detuvo, lo miró, y en cuestión de segundos, las palabras quedaron atrás: se fundieron en un abrazo cargado de lágrimas, sonrisas y todo el amor que puede concentrarse en una pasión heredada.

—"Hola hijo…", alcanzó a decir el padre, con la voz quebrada.

Y luego, entre risas y emoción, confesó con orgullo:

—"Yo lo arrastré a esta loca pasión, que no es fácil arrastrar a los hijos…"

El movilero, atónito ante semejante escena de ternura en medio del fervor futbolero, se acercó al joven y le preguntó:

—"¿Qué sentís?"

—"Vine en micro, es una locura esto. La verdad que esto... se nos tiene que dar. Mi viejo vino en auto y nos encontramos acá, en vivo", respondió el hijo, con una mezcla de ansiedad, esperanza y amor.

Más allá de lo que suceda hoy, lo que quedará en la memoria de todos será esta imagen: dos generaciones abrazadas por un sentimiento que no entiende de categorías ni de títulos. Porque el fútbol argentino no solo regala goles y finales, también teje historias como esta, donde el viaje más importante no siempre es el que termina en la red, sino el que une corazones.

Platense, un equipo de barrio, que sueña en grande, que tiene esta familia y con estos momentos hermosos. Porque el fútbol, como la familia, también sabe de reencuentros inolvidables y con amor.