Con distintas actividades se concretó con éxito la Asamblea Diocesana de Pastoral

AÑATUYA, Taboada (C) Sacerdotes, consagrados y laicos de todas las parroquias de la Diócesis de Añatuya, se reunieron para celebrar la Asamblea Diocesana de Pastoral.

"Este espacio de encuentro, reflexión e intercambio resulta siempre muy valioso para la misión evangelizadora. Nos fortalece como gran familia y Pueblo de Dios, que desea seguir anunciando a Jesucristo y sirviendo a sus hermanos con renovado entusiasmo y compromiso", manifestó el obispo, monseñor José Luis Corral.

Todo inició el jueves 27 con la llegada en tres grandes columnas que, en caminata, se dirigieron hacia la Catedral para celebrar la misa de apertura en la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús. Esta celebración puso el amor de Cristo en el centro de la vida eclesial.

Seguidamente, en una marcha comunitaria, se trasladaron hacia el nuevo monumento al Sagrado Corazón, donde se realizó la consagración diocesana.

Así narró monseñor Corral lo vivido durante estas tres jornadas: "Fue un momento de profunda emoción y alegría, que quedará grabado en nuestra memoria como un verdadero pacto de amor ofrecido a Jesús. El eje de la jornada fue la esperanza, en sintonía con este Año Jubilar que nos llama a ser peregrinos de la esperanza, testimoniándola y anunciándola en gestos concretos. A través de la adoración eucarística, pusimos en manos del Señor todos nuestros sueños y búsquedas como Iglesia.

Profundizamos en el nuevo estilo de Iglesia sinodal al que el Papa Francisco nos invitaba y que hoy León XIV nos llama a implementar. Tras el Sínodo de la Sinodalidad, se nos confirma la necesidad de revisar nuestras estructuras, métodos y vínculos, para renovarnos desde la opción misionera, respondiendo con fidelidad al Evangelio.

Fuimos acompañados por testimonios presenciales de participantes del Sínodo en Roma y, mediante videoconferencia, pudimos intercambiar ideas sobre cómo implementar esta sinodalidad en nuestra vida diocesana" indicó.

En la misa del sábado se celebró el Inmaculado Corazón de María, donde se ofreció al Señor todo lo vivido durante el día. Como gesto final, diversas madres de nuestras comunidades, portando imágenes marianas presentes en la diócesis, realizaron la tradicional "pisada" mariana, signo del deseo de que María inspire con su ternura y cuidado maternal.

También hubo una jornada con una noche festiva de música, folclore, representaciones y oración compartida.

"Por parroquias, trabajamos en diseñar compromisos y objetivos pastorales concretos para llevar a nuestras comunidades, respondiendo al llamado de ser una Iglesia sinodal, misionera y misericordiosa. Conscientes de nuestra diversidad de roles, nos sentimos unidos en nuestra común vocación de discípulos misioneros, nacida del bautismo" concluyó el obispo, al tiempo que agradeció a la Comisión de Pastoral Diocesana, que ha motorizado y acompañado todo el proceso de preparación, desarrollo y continuidad de la asamblea, y a la Municipalidad de Añatuya, que puso a disposición sus instalaciones, y a comercios que colaboraron con donaciones.