"Ganar así fue muy lindo por el marco y por lo que hicimos"

En una tarde cargada de emociones y reencuentros, Güemes regresó al estadio Único Madre de Ciudades después de tres años, y lo hizo con una victoria por 2 a 1 ante San Martín de Tucumán, en el marco de la 21ª fecha de la Zona A de la Primera Nacional. Y la felicidad aún dura en la Isla.

El encuentro no solo fue importante por lo deportivo, sino también por el contexto: más de 8.000 hinchas tucumanos ocuparon las tribunas en un marco neutral, algo atípico en una categoría donde no se permite el ingreso de público visitante.

El héroe de la jornada fue Martín Álvarez, delantero puntano del Gaucho, quien ingresó en el segundo tiempo y a los pocos minutos marcó de cabeza el tanto de la victoria. Conmovido por la ocasión, Álvarez expresó su alegría por el gol y por lo que significó el triunfo.

"La verdad que contento, porque creo que el equipo dejó la vida. Gracias a Dios los cambios funcionaron y pudimos ganar. Es la primera victoria en este estadio y es hermoso que se haya dado. Sabemos que en casa somos fuertes, y estos tres puntos se tenían que quedar en Santiago", afirmó el atacante, en diálogo con EL LIBERAL.

El delantero resaltó el trabajo realizado durante la semana, especialmente en las pelotas detenidas, una de las armas que Güemes viene puliendo con insistencia. "Trabajamos mucho la pelota parada. Confiamos en nuestras armas y gracias a Dios salió la jugada, terminó en gol y sirvió para el triunfo, que es lo más importante. Sabemos que estamos peleando en la parte baja y esto es un gran desahogo para todos", remarcó.

Sobre el desarrollo del partido, Álvarez opinó que la clave del equipo fue nunca bajar los brazos. "Este equipo se caracteriza por pelear hasta el final. A veces las cosas salen, a veces no, pero hoy se dio y eso nos da fuerza para seguir. Somos un equipo de lucha, de corazón, que deja todo para dejar a Güemes lo más alto posible", expresó con orgullo.

La vuelta al estadio Madre de Ciudades no fue un detalle menor para el plantel, que se encontró con un campo de juego impecable y una atmósfera vibrante. "Fue un lindo marco, un buen espectáculo. El césped estaba hermoso, y aunque las dimensiones son distintas a las de nuestra cancha habitual, creo que supimos adaptarnos. Trabajamos toda la semana para plasmar lo que queríamos y salió a la perfección", destacó.

Consultado sobre si el estado del campo favoreció el juego del equipo, no dudó en afirmarlo: "Sí, porque somos un equipo intenso, que incomoda al rival, y en una cancha así podemos mostrar mejor nuestras virtudes. Nos venían empatando sobre el final en algunos partidos, pero sabíamos que estábamos haciendo las cosas bien. Por eso seguimos trabajando con la misma fe", concluyó