Desde la ciudad misionera de Puerto Iguazú, muchos optan por cruzar hacia Foz de Iguazú (Brasil) o Ciudad del Este (Paraguay), en vehículos particulares o en combis alquiladas.
Boom de compras en la Triple Frontera: argentinos cruzan a Brasil y Paraguay en busca de precios más bajos Boom de compras en la Triple Frontera: argentinos cruzan a Brasil y Paraguay en busca de precios más bajos
En un contexto marcado por la inflación y la pérdida del poder adquisitivo, cada vez más argentinos cruzan diariamente a Brasil y Paraguay para comprar productos básicos, alimentos y electrónicos a precios considerablemente más bajos. El fenómeno, que se concentra en la zona de la Triple Frontera, genera postales ya habituales: largas filas de autos, demoras de horas en migraciones y estrictos controles aduaneros.
Desde la ciudad misionera de Puerto Iguazú, muchos optan por cruzar hacia Foz de Iguazú (Brasil) o Ciudad del Este (Paraguay), en vehículos particulares o en combis alquiladas que organizan tours de compras, una práctica que recuerda a los años '80 y '90.
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La situación fue abordada en el programa La voz de la calle, emitido por C5N y conducido por Adrián Salonia y Lucila Entin, donde el periodista Rafael Pallavecino mostró en detalle las diferencias de precios entre supermercados argentinos y brasileños.
Una rápida comparación de productos básicos refleja la magnitud de la disparidad:
Una bolsa de pan de mesa con semillas cuesta $1.350 en Brasil, frente a los $5.000 a $7.000 que se pagan en supermercados argentinos.
Un maple de 60 huevos cuesta $7.099, el doble de unidades por un precio que sigue siendo menor al del producto nacional.
El kilo de zanahorias se consigue a $514 y el de batata a $552, precios que en verdulerías del AMBA pueden triplicarse.
La leche entera cuesta $889 y la descremada $711, mientras que un paquete de cereales de primera marca (1 kg) se vende a $5.600, muy por debajo de los más de $10.000 que se pagan en el país.
El frasco grande de café brasileño vale $5.300, menos de la mitad que en Argentina, y una botella de aceite de oliva extra virgen de 500 ml cuesta $8.000, cuando en góndolas locales puede superar los $16.000.
Además de alimentos, muchos aprovechan la visita a Ciudad del Este para adquirir electrónicos, indumentaria y perfumes, que también se ofrecen a valores notablemente más accesibles.
El fenómeno refleja el impacto de la crisis económica argentina en los hábitos de consumo: el exterior, antes reservado para el turismo o compras puntuales, se ha convertido en un recurso cotidiano para ahorrar. Y aunque los controles fronterizos se han reforzado, la "fiebre de compras" en la Triple Frontera no se detiene.
Con precios más competitivos, mejor oferta y un circuito logístico cada vez más aceitado, Foz de Iguazú y Ciudad del Este se consolidan como polos comerciales para miles de argentinos que, ante la diferencia de precios, eligen cruzar la frontera para cuidar el bolsillo, detalla el portal de Minuto Uno.
