En gran parte del mundo se vivieron ayer las consecuencias del terremoto de 8,8 grados en la escala Richter ocurrido en Rusia, con un gran movimiento de masas de agua que originó tsunamis.
Temblores: Santiago tiene sus propias zonas de liberación de energía Temblores: Santiago tiene sus propias zonas de liberación de energía
Durante la jornada de ayer, el terremoto ocurrido en la península rusa de Kamchatka, produjo tsunamis en las costas de los continentes asiático y americano.
A causa de este tipo de movimiento telúrico de gran intensidad, EL LIBERAL consultó al geólogo santiagueño Juan Cruz Tasso quien aseguró que pese a que el movimiento se produjo en el llamado "cinturón o anillo de fuego", una vasta franja tectónica de más de 40.000 kilómetros de longitud que concentra el 90% de toda la actividad sísmica mundial, Santiago del Estero "está muy lejos de ese choque de continentes" y que tiene "sus propias zonas de liberación de energía", en la zona de serranías de Guasayán.
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El especialista también explicó de qué se trata el "cinturón de fuego".
"El mar Pacífico tiene costas al oeste de América y al este de Asia, y tanto a nivel continental americano como asiático, hay una acción de subducción (deslizamiento del borde de una placa de la corteza terrestre por debajo del borde de otra) debajo de los continentes, porque Asia está migrando hacia el este y América migra hacia el oeste, y si se pone una imagen a alta velocidad se vería que chocan los continentes. Esto origina la denominación de "cinturón de fuego", ya que hay actividad volcánica, y el movimiento se da por esa subducción y por la fricción que genera el calentamiento y el arco volcánico", explicó.
Amplió que este terremoto en Rusia se sintió en todo el mundo, "porque en el fondo del mar, donde se mueve y se rompe la corteza, se produce una liberación de energía que sale en todas las direcciones. Si uno está cerca de ese punto de liberación, el terremoto es bravísimo, y más lejos la onda va perdiendo fuerza, y aquí no se va a sentir el temblor, ni pueden ocurrir réplicas".
"La repercusión mayor de este terremoto fue el movimiento de masas de agua, porque generó una onda que va a terminar en las costas. O sea que lo que repercutió no fue el movimiento en sí, sino la generación de estas ondas en el océano", que provocaron tsunamis o alertas por tsunami.
"Santiago está muy lejos. Los que se dan aquí son por la liberación de energía de las placas que están debajo nuestro, fracturas de la corteza continental, que se acomodan y reactivan el movimiento en zonas donde puede escaparse la energía con facilidad, que son donde hay piedras, por eso se siente en las zonas de serranías como Guasayán", precisó.
Un extenso espacio de hiperactividad geológica
Este gigantesco sistema tectónico que impacta a decenas de países, pone a prueba su capacidad de adaptación, prevención y respuesta ante fenómenos extremos. En este recorrido se ubican más de tres cuartos de los volcanes activos del mundo y se concentra cerca del 90 por ciento de los terremotos más destructivos registrados por la ciencia moderna.
El origen de esta hiperactividad geológica está en el movimiento de las placas tectónicas. En la zona convergen varias de las principales placas de la corteza terrestre —como la del Pacífico, la de Nazca, la norteamericana y la Indoaustraliana—, que se empujan, se hunden o se deslizan unas sobre otras en un proceso continuo de fricción y liberación de energía.
