Bomberos de Las Termas y Clodomira luchan contra incendios forestales

Las altas temperaturas, la sequía prolongada y las fuertes ráfagas de viento que afectan gran parte de la provincia mantienen en alerta a las autoridades y, sobre todo, a los cuerpos de Bomberos Voluntarios de distintas ciudades. Desde hace más de dos semanas, efectivos de los cuarteles de Las Termas de Río Hondo y Clodomira vienen trabajando de manera incesante para sofocar diferentes focos de incendios forestales, tanto en su jurisdicción como en apoyo a otros destacamentos.

De acuerdo con la información brindada por las instituciones, los incendios tienen un denominador común preocupante: en su mayoría son provocados de manera intencional por personas inescrupulosas que aprovechan los días de fuerte viento, lo que facilita la rápida propagación de las llamas y pone en riesgo no solo la flora y fauna, sino también la seguridad de los habitantes de la región.

Intervenciones recientes

La última intervención registrada ocurrió este sábado 24 de agosto, alrededor de las 14, en la localidad de Sacha Pozo, en inmediaciones del santuario de San Gil. Allí, bomberos voluntarios debieron desplegarse con rapidez para evitar que el fuego avanzara hacia zonas cercanas al área de peregrinación, en vísperas de la festividad religiosa que cada año convoca a miles de devotos.

A este operativo se suma el arduo trabajo iniciado en la jornada de ayer, cuando brigadistas de Las Termas de Río Hondo fueron convocados para contener tres focos simultáneos en la zona de Mansupa y en los alrededores del Dique Frontal, dos áreas de gran valor ambiental y estratégico para la región. Las llamas, avivadas por el viento, se propagaron con rapidez, por lo que fue necesario reforzar el operativo con dotaciones de apoyo y con la colaboración de vecinos que ayudaron a despejar caminos y garantizar el acceso de los vehículos hidrantes.

Pedido de responsabilidad

Los Bomberos Voluntarios, pertenecientes a los dos cuarteles, reiteraron un pedido enfático a la comunidad: no encender fuego en pastizales ni en zonas montuosas, ya que una mínima chispa puede desatar un siniestro de grandes proporciones.

Asimismo, recordaron que estas prácticas ponen en serio peligro la vida de las personas, las viviendas cercanas y los bienes de productores rurales, además de generar daños irreversibles en el ecosistema.

"Cada foco que debemos apagar implica recursos, tiempo y riesgo humano. Pedimos a la sociedad que nos acompañe con responsabilidad y que denuncie a quienes ocasionan incendios de manera deliberada", remarcaron.