La también escritora y coach colombiana está en Argentina para brindar conferencias. La mala decisión de ser "mula" en la juventud le llevó mucho tiempo superarlo.
Sandra Ramón fue actriz, estuvo presa y hoy cuenta su experiencia en un libro Sandra Ramón fue actriz, estuvo presa y hoy cuenta su experiencia en un libro
Hasta el 19 de octubre, la ex actriz y hoy escritora y coach colombiana Sandra Ramón dictará conferencias acerca del calvario que vivió tras ser detenida por traficar heroína en EE.UU. "El amor, llave de liberación (5 pasos para salir de tu prisión)", así se titulan las conferencias que realizará en nuestro país.
Ya lo hizo en Buenos Aires y Mar del Plata. En tanto que, la tercera se efectuará el jueves 19 de octubre, a las 21:30, en el Multiespacio Nicasio, de Rosario. Todas están orientadas a personas que deseen superar las prisiones que les impiden avanzar y alcanzar un estado de felicidad y plenitud, que les llenará de confianza y poder interior para liberarse y sanar el corazón a partir del amor.
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Cabe destacar que la conferencista de 44 años es autora de "La heroína de mi vida soy yo", un libro autobiográfico que narra el calvario vivido a los 22.
En cada una de los encuentros, que serán con entrada libre y gratuita, los asistentes compartirán diversas herramientas e historias de triunfo, desafíos superados y estrategias para alcanzar el empoderamiento en diversas facetas de la vida.
Es importante señalar que Sandra Ramón viene de realizar las conferencias "El amor, llave de liberación (5 pasos para salir de tu prisión)" en Bogotá y Medellín (Colombia), y en Ciudad de México, capital del país homónimo.
FUNDACIÓN "REPROGRAMA TU CORAZÓN"
La coach es creadora de "Reprograma tu Corazón", una metodología encaminada a sanar y a despertar conciencia desde la inteligencia del corazón de los seres humanos. En 2020, la oriunda de Cúcuta (ciudad colombiana límite con Venezuela) inauguró la Fundación "Reprograma Tu Corazón", una institución sin fines de lucro que guía y acompaña a mujeres abusadas y maltratadas a todo nivel, para brindarles bienestar y esperanza.
Para saber más sobre la coach, ingresa a www.sandraramoncoach.com o enviá un mail a: contacto@sandraramoncoach También podés ver sus IG: @sandraramoncoach @reprogramatucorazon
EN LA CÁRCEL
Después de mucho tiempo, Sandra Ramón se animó a escribir el libro "La heroína de mi vida soy yo". A lo largo de 164 páginas, la autora cuenta cómo un narcotraficante, abusando de su desesperación por salvar a la empresa familiar de la quiebra, le ofreció transportar dos valijas con 2 kilos de heroína (que en realidad eran 8) desde Cali hasta Nueva York.
Todo comenzó cuando Sandra, siendo niña, se enteró que su hermano mayor había muerto en un accidente aéreo. Con él se había ido el sueño de Sandra de montar una empresa para salir de pobres. Aunque años después, otro de sus tres hermanos siguió el legado y la creó. Esa misma empresa que para la familia Ramón significó honrar la memoria de quien había fallecido, se encontraba en bancarrota y ya habían agotado los pocos recursos para el salvataje.
Sandra sintió que no podía dejar que la empresa familiar presentara quiebra. Entre la desesperación, inexperiencia e inocencia, la bella joven decidió acceder a algo que nunca se le había pasado por la cabeza: transportar droga en avión desde Colombia a Estados Unidos. Pero no cualquier droga y a cualquier destino: eran dos kilos de heroína a Nueva York, ciudad en donde recibiría el dinero, salvaría a la empresa y seguiría con su vida. Algo tan fácil como el libreto de las series que había visto por la TV.
Pero la travesía desde Cali no tenía nada que ver con las ficciones. Apenas descendió del avión, "¡Welcome to the United States!", le dijo la oficial de policía del aeropuerto John F. Kennedy. Sin embargo, el alma se le cayó al piso a Sandra, cuando la funcionaria policial leyó en el pasaporte que venía por solo 15 días con dos valijas repletas, "Check your bags" (chequeen sus maletas), ordenó.
El hombre del negocio ilícito le había confiado a Sandra que como "mula" llevaría dos kilos de heroína (droga opioide proveniente de la morfina) en sus maletas. Un kilo en cada una de ellas. A cambio recibiría 45 millones de pesos colombianos.
Cuando la detuvieron en el aeropuerto de Nueva York y le abrieron las maletas, ella se enteró que le habían metido ocho kilos, nada más y nada menos. Ocho kilos que la sentenciaron a 36 meses de prisión en el país extranjero.
Otra parte de la condena la cumplió en una cárcel más grande de Florida, en donde pudo trabajar y socializar con las buenas amistades que forjó entre rejas.
En esa parte aprendió inglés, trabajó, creció y se fortaleció mentalmente. Había una iglesia, patio, sitio para trotar y cancha. La situación al menos era digna. No obstante, el sitio, donde había 1200 mujeres, era dominado por las reclusas negras norteamericanas. Al respecto, Sandra reconoce que allí, como latina, fue víctima de racismo y discriminación.
EN LIBERTAD
Un día de 2005 las carceleras le dijeron a Sandra Ramón que quedaba libre. Que agarrara sus pocas pertenencias y abandonara la prisión. No lo podía creer. La libertad volvía a ser su compañera. Sin muchos prolegómenos, regresó a Colombia. La experiencia vivida no fue fácil. Pero se reinsertó en la sociedad. Entre otras cosas, trabajó 16 años como actriz en varias series, telenovelas y películas.
En "Montecristo", el director Unai Amuchástegui le asignó el papel de una mujer que estaba presa en Estados Unidos por haber llevado droga en su maleta, y que tenía que enfrentarse al hombre que la involucró en ese delito.
Hace dos años, telefoneó a su representante y le dijo que abandonaba el mundo de la actuación para crear la Fundación Reprograma tu corazón, una institución sin fines de lucro que trabaja por las mujeres víctimas de violencia de género, maltrato físico, sexual, económico, patrimonial, discriminación y exclusión.
EL LIBRO
La mala decisión de ser "mula" en la juventud le llevó mucho tiempo superarlo, hasta que se sentó a escribir el primer capítulo de "La heroína de mi vida soy yo". Eso fue catártico y terapéutico, pero también le destapó muchas heridas. Heridas no se había preocupado por sanar hasta que pasó por una relación "tóxica", con un hombre. Y que antes de eso, nunca había pensado en buscar ayuda profesional. "El encierro en la cárcel me dejó muchas enseñanzas. ¿La mayor? Ser más consciente en las decisiones", concluye Sandra Ramón.








