Era buscado desde el día viernes cuando su pareja, una conocida abogada santiagueña, lo denunció tras recibir una despiadada golpiza.
Silvio Perea se presentó en la Fiscalía con su abogado y fue detenido Silvio Perea se presentó en la Fiscalía con su abogado y fue detenido
Silvio Fernando Perea, el vendedor de zapatos que era buscado por la policía, acusado de golpear y quemar con un cuchillo caliente a una conocida abogada local, se entregó a la Justicia en horas de la mañana del domingo.
Acompañado por su representante legal, cerca de las 10.30, el comerciante arribó a las instalaciones del Ministerio Público, ubicado en calle Yrigoyen casi intersección con Chaco y expresó a los efectivos de guardia que quería "entregarse".
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Inmediatamente, una comitiva de la Comisaría Nº1 de la Mujer y la Familia se trasladó hasta el mencionado organismo y redujo a Perea sobre quien pesa el delito de lesiones leves calificadas en perjuicio de la letrada.
Tras ser reducido, los uniformados se comunicaron con la fiscal coordinadora de la Unidad de Violencia de Género e Intrafamiliar Dra. Silvina Paz quien dispuso que el comerciante fuera trasladado a Sanidad policial para ser examinado por el médico de Policía.
Más tarde, Perea de 55 años, con domicilio legal en el barrio Colón fue trasladado a la Comisaría Primera donde quedó alojado. En las próximas horas será trasladado a la Unidad Fiscal para ser interrogado.
Cabe recordar que la medida en su contra fue dispuesta luego de que su pareja una abogada residente en el casco céntrico fuera hallada por la policía gravemente lesionada: el informe médico indicaba que tenía golpes en el rostro, la frente, hematomas en los dos brazos, cortes en el omóplato y hasta quemaduras en un pie, las cuales se las había realizado con un cuchillo caliente.
Perea, no es una persona desconocida para las autoridades judiciales y policiales ya que estuvo tras las rejas en al menos tres oportunidades y por serios delitos.
Tal como lo adelantó EL LIBERAL en su edición de ayer, Perea fue apresado cuando quiso intervenir en un operativo policial y ayudar a huir a una escribana que en ese momento era su pareja.
Años más tarde la misma profesional lo denunció por amenazas y hostigamiento. El comerciante no aceptaba la ruptura y la perseguía expresándole que tenía un "chumbo".








