Jonathan y Soledad decidieron que su primer viaje de casados no sería a la playa ni a una ciudad romántica, sino a Rosario, donde los espera su otra gran pasión: Central Córdoba.
Casamiento y luna de miel ferroviaria: la historia de los hinchas que cambiaron el salón por la cancha Casamiento y luna de miel ferroviaria: la historia de los hinchas que cambiaron el salón por la cancha
El amor los unió en el altar, pero la pasión por Central Córdoba los lleva directo a una final histórica. Jonathan Miranda y Soledad Juárez se casaron este viernes por la mañana, y lejos de celebrar con una tradicional fiesta de bodas, eligieron otro destino: Rosario, donde esta noche el Ferroviario buscará una nueva estrella frente a Vélez en la final de la Supercopa Argentina.
No hubo salón, ni vals, ni cotillón. Hubo casamiento civil, valijas, camisetas al hombro y una ruta directa al Gigante de Arroyito, para vivir juntos lo que podría ser otra página gloriosa para el equipo del Oeste. Porque para esta pareja, la pasión por Central Córdoba también se celebra de a dos.
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La historia comenzó con un "sí, quiero", y sigue con el deseo de gritar campeón. Jonathan y Soledad decidieron que su primer viaje de casados no sería a la playa ni a una ciudad romántica, sino a Rosario, donde los espera su otra gran pasión: Central Córdoba.
El 11 de diciembre de 2024 marcó un antes y un después para el club. El gol de Matías Godoy en la final de la Copa Argentina abrió las puertas a un sueño que parecía lejano: la posibilidad de disputar torneos internacionales, jugar en estadios míticos, e incluso ganarle a gigantes como Flamengo en el Maracaná.
A lo largo de esos viajes, Jonathan y Soledad siguieron al equipo a todas partes. Fue, en muchos sentidos, una despedida de solteros a lo Ferroviario. Hoy, recién casados, ya no viajan solos, viajan juntos con la misma ilusión: que Central Córdoba les regale otra alegría, otro título, otra copa para celebrar, esta vez en pareja.
Cuando el fútbol es parte del amor
La pareja cambió el protocolo de una boda por el folklore de una tribuna. Eligieron que su primera fiesta como marido y mujer sea en una cancha, con cánticos, abrazos, nervios y, ojalá, festejos. Porque para ellos, el amor no solo se grita con un "te amo", sino también con un "vamos Ferro".
Esta escapada romántica no incluye cena de gala, pero sí la posibilidad de ver a su equipo hacer historia otra vez. Como tantas parejas que construyen su relación sobre pasiones compartidas, Jonathan y Soledad saben que este viaje es mucho más que una luna de miel: es la confirmación de un amor que se vive a todo ritmo, tanto en la vida como en la cancha.
Fuente consultada: TyCSports.
