Soffritti y su duro paso por las ficciones de Cris Morena

Gastón Soffritti decidió contar su historia, sin filtros y desató un escándalo. En Vos sí que no tenés problemas, su primer libro autobiográfico, deja entrever —y en algunos pasajes describe con crudeza— lo que para él fue una infancia atravesada por exigencias, castigos y una presencia autoritaria, en sus inicios como actor.

Si bien en su relato, no siempre nombra directamente a Cris Morena, alude claramente al ambiente que se vivía en ficciones como "Rincón de Luz", "Floricienta" o "Chiquititas". El lector se topa con escenas cargadas de tensión: un set de filmación, niños, ensayos largos, señalamientos en cada línea y reprimendas fuertes.

"Tengo 12 años. Estoy arriba del escenario, tras bambalinas. Veo a una mujer flaca, de pelo rubio, largo, ondulado que dirige un elenco de niños y a algunos adultos. Grita casi sin parar desde abajo y corta el ensayo a cada rato. Es violenta. Lo que dice, cómo lo dice, es violento", escribe.

Y suma: "Pero nadie la frena ni la contradice. Tengo la boca seca y el corazón acelerado porque me toca entrar en escena y no me puedo equivocar. Entro. Y antes de decir mi línea, me grita: '¿Vos sos idiota? ¡Tenías que entrar por el otro lado!'". Esa corrección abrupta le genera miedo.

Sobre esa misma escena, recuerda: "Estoy seguro de haber entrado por el lado correcto como que me llamo Gastón. Pero no digo nada, no reacciono. Los adultos mandan y yo estoy sumamente acostumbrado a enfrentar este tipo de situaciones. Cuando termina el ensayo, se me acerca. Yo tengo terror. 'Entrá por donde habías entrado, queda mejor', me dice y se va".

Según lo marca en su libro, la experiencia de trabajar con Cris Morena duró tres años. A su paso por "Rincón de Luz" le siguió "Floricienta" y después el exitazo que significó "Chiquititas", para lo cual él debió tomar clases de canto, baile y actuación. "La magia de ser parte de Chiquititas se diluía en las miles de horas de grabación agotadoras que tenía después de cursar el colegio a la mañana (...) Pero yo no me quejaba, era lo que me habían enseñado. (...) Había que hacer lo que te pedían porque si no, atrás existía una fila infinita de chicos que podían ocupar tu lugar", cuenta.

También habla sobre una suerte de castigos a los que se exponían los pequeños actores por no saber la letra en las escenas, hacer ruido mientras grababan o llegar tarde. La reprimenda iba desde un aviso, hasta una suspensión por algunos capítulos o dejar de ser parte del elenco.

Al respecto, señala: "De chico siempre le tuve miedo a que volviera el servicio militar y esto me parecía lo más cercano. Tenía catorce años y estaba prohibido equivocarse. (...) En ese entonces era común que el adulto que dirigía se pusiera a gritar desaforadamente porque sus actores y actrices - niños y adolescentes, en este caso - no cumplían con lo que se les pedía. O, simplemente, no les salía. El costo psicológico con el tiempo iba a ser alto".

Cuando "Chiquititas" terminó comenzó a nacer "Casi Ángeles" con algunos actores de la serie anterior como Lali Espósito y Peter Lanzani. "Yo, no. Mi nombre, al parecer, no estaba anotado ahí", dice. Y agrega: "Fue un dolor físico que traté de maquillar con la ilusión de que quizá, como había pasado otras veces, la suerte pronto se pondrá de mi lado. Pero no. Muchos años después me enteré de que había quedado afuera por 'feo'", asegura.