Por Lic. M. Valeria Villavicencio (Mp 115) y Lic. Analía R. Díaz (Mp 110)
Día del Psicopedagogo: una profesión clave frente a los desafíos actuales de la educación y la sociedad Día del Psicopedagogo: una profesión clave frente a los desafíos actuales de la educación y la sociedad
El Colegio Profesional de Psicopedagogos, a través de sus autoridades, saluda con orgullo y reconocimiento a todos los colegas en el marco de la celebración del Día del Psicopedagogo, fecha que cada 17 de septiembre nos convoca a reflexionar sobre la importancia de nuestra labor en la sociedad.
El Día del Psicopedagogo es también una oportunidad para agradecer a cada profesional que, con dedicación, empatía y creatividad, trabaja día a día construyendo oportunidades, derribando barreras y generando puentes entre las personas y el conocimiento.
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El trabajo del psicopedagogo adquiere renovada vigencia en el mundo actual, luego de las transformaciones tecnológicas y cambios en las dinámicas familiares y nuevos modos de vincularse. Por esto, afirmamos que nuestra profesión enfrenta hoy el gran desafío de comprender cómo aprenden las personas en la sociedad actual y de generar estrategias que permitan potenciar sus capacidades, promover la inclusión y garantizar el derecho a la educación.
Implicancia en la sociedad
La psicopedagogía es una disciplina amplia y abarcativa, que no se limita a resolver dificultades exclusivamente escolares. También tiene un fuerte impacto en la construcción de proyectos de vida, la orientación vocacional y profesional, la inclusión laboral de personas con discapacidad, y la generación de espacios comunitarios de aprendizaje.
En este sentido, el psicopedagogo se convierte en un mediador entre el sujeto, el conocimiento y el entorno social, contribuyendo no solo a mejorar el rendimiento académico, sino también a fortalecer la autoestima, la autonomía y la integración plena en la sociedad.
Acompañamiento a docentes y familias
Entre las tareas fundamentales del psicopedagogo, es el asesoramiento y acompañamiento a los adultos que interactúan con los niños y jóvenes, es decir con los docentes y padres, generando puentes de comunicación y estrategias conjuntas que fortalezcan los aprendizajes saludables, no solo para la escuela, sino para la vida.
De esta manera, el trabajo con las familias resulta esencial para orientar a los padres para que puedan comprender los procesos de aprendizaje de sus hijos, acompañarlos en la construcción de hábitos de estudio, y brindar contención emocional en momentos de frustración o desmotivación. El psicopedagogo ayuda a las familias a transformarse en aliados activos del proceso educativo, favoreciendo la continuidad entre lo que se trabaja en la escuela y en el hogar.
En el ámbito educativo, el psicopedagogo aporta herramientas a los equipos docentes para detectar tempranamente dificultades, diseñar adaptaciones pedagógicas, y proponer recursos innovadores que favorezcan la inclusión de todos los estudiantes. Esta colaboración permite que la diversidad en el aula se viva como una oportunidad y no como un obstáculo.
Orientador clave
Podemos afirmar que la mirada del profesional psicopedagogo es integral y contempla a la persona como un sujeto activo, capaz de construir conocimientos, resignificar experiencias y desplegar potencialidades, es decir que no se limita a la detección y tratamiento de dificultades de aprendizaje. Desde su intervención, busca abrir caminos, fortalecer la autoestima académica, acompañar procesos de inclusión y promover aprendizajes significativos, siendo el mediador entre las personas y el conocimiento, entre los desafíos y las oportunidades, recordándonos que nunca es tarde para aprender, y que cada etapa de la vida ofrece la posibilidad de crecer.
El psicopedagogo acompaña los primeros pasos en la escolaridad, detecta señales de alerta y fortalece los cimientos de la motivación y la curiosidad por aprender. En la adolescencia, interviene favoreciendo la organización del estudio, la toma de decisiones vocacionales y la construcción de hábitos que promuevan la autonomía. Y llegando a la juventud y adultez, su tarea se amplía hacia la orientación en carreras universitarias, la capacitación laboral y los procesos de formación continua, respondiendo a las demandas de un mundo en constante transformación. Actualmente, son numerosas las demandas en adultez mayor para la estimulación cognitiva y la preservación de las capacidades, acompañando a las personas a seguir aprendiendo y participando activamente en la vida social y cultural.
De esta manera, la psicopedagogía se sitúa como una disciplina transversal a la trayectoria vital, aportando herramientas que permiten que cada persona encuentre sentido, disfrute y posibilidades en su modo de aprender.
Nuevos desafíos para la profesión
Entre los retos más significativos que los psicopedagogos abordan en la actualidad se destacan:
- La diversidad en las aulas: poder acompañar a estudiantes con trayectorias educativas propias y singulares, diagnósticos y necesidades específicas, favoreciendo la inclusión.
- El impacto de las tecnologías: orientar en el uso saludable de herramientas digitales y detectar cuándo se convierten en obstáculo para el aprendizaje, a los fines de poder orientar a los adultos que acompañan: padres, docentes, etc.
- La motivación y los hábitos de estudio: problemáticas crecientes en niños y adolescentes que requieren estrategias creativas y personalizadas.
- La salud mental en la educación: intervenir de manera preventiva frente a situaciones de estrés, ansiedad o desinterés que afectan la escolaridad.
Un día para valorar y reconocer
El Día del Psicopedagogo es, entonces, una oportunidad para visibilizar una tarea muchas veces silenciosa, pero de enorme trascendencia en la vida de las personas y en el entramado educativo y social. Reconocer la labor de estos profesionales es reconocer que aprender es un derecho humano fundamental y que, en tiempos de incertidumbre, se necesitan más que nunca miradas integrales que acompañen a cada sujeto en su recorrido.
Desde nuestro Colegio, reafirmamos el compromiso con la formación continua, la defensa del ejercicio profesional y la construcción de redes que fortalezcan el rol del psicopedagogo en la comunidad. Como institución que nuclea y representa a los psicopedagogos, renovamos nuestra convicción de que la educación y la inclusión son pilares fundamentales para el desarrollo humano. A todos nuestros colegas: ¡feliz día!








