Los ganglios están distribuidos estratégicamente por todo el cuerpo, llámese ingle, mediastino, axilas, cuello, y los mismos son parte del sistema de defensa del cuerpo.
Ganglios linfáticos: cuándo preocuparse si a un niño le aparecen "pelotitas" en el cuello o nuca Ganglios linfáticos: cuándo preocuparse si a un niño le aparecen "pelotitas" en el cuello o nuca
Los ganglios linfáticos son parte del sistema de defensa del cuerpo y suelen inflamarse cuando luchan contra infecciones. Sin embargo hay situaciones en donde es importante prestar más atención. Estos no siempre es un motivo de alarmas pero si es grande y persistente, siempre será mejor concurrir al médico.
"Una consulta frecuente en nuestros consultorios, es la llegada de una mamá preocupada por que le tocó unas "pelotitas" en el cuello o la nuca de su hijo al vestirlo. Esas famosas pelotitas no son otra cosa que los ganglios linfáticos, pequeños órganos que forman parte del Sistema Linfático, que se encarga de ayudar a defender al cuerpo contra numerosas enfermedades, sobre todo infecciones", sostiene el Dr. Ángel Muratore, médico pediatra, docente de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Santiago del Estero.

De esta manera el especialista en salud infantil confirma que son cada vez las mamás que se dan cuenta de la presencia de estas "pelotitas", las cuales generan, de primera mano, una gran preocupación.
Los ganglios están distribuidos estratégicamente por todo el cuerpo, llámese ingle, mediastino, axilas, cuello; y aumentan de tamaño (se inflaman) cuando algún proceso ocurre en la vecindad.
"Estos filtran el líquido linfático que circula por el cuerpo eliminado bacterias, virus y sustancias extrañas. Sus células se activan ante la presencia de patógenos, desencadenando una respuesta inmune.", indica el pediatra para dejar en claro su habitual funcionamiento.
Y agrega: "En patologías como ciertos tipos de neoplasias o cánceres, los ganglios también pueden verse afectados y su examen es importante para el diagnóstico, tratamiento, estadificación y pronóstico de la enfermedad".
De acuerdo a lo que indica la medicina, las causas más comunes de adenopatías (aumento del tamaño de un ganglio) son las infecciones benignas en la vecindad, adenitis primarias por infecciones virales o bacterianas del propio ganglio; enfermedades específicas como mononucleosis, toxoplasmosis, tuberculosis; y menos frecuentes pero más graves, linfomas, leucemias o metástasis de tumores alejados.
Características
Los signos que sugieren benignidad son ganglios pequeños, blandos, y móviles; dolorosos tras una infección reciente; y localizados y no generalizados.
En tanto que las características de alarma que pueden sugerir una patología más severa son ganglios linfaticos duros, de crecimiento progresivo, adheridos a planos profundos; localización supraclavicular; fiebre prolongada sin una causa aparente; pérdida de peso; y aumento del tamaño del tamaño del hígado y bazo.
"Los antecedentes y el examen físico son de fundamental importancia. Ante la duda diagnostica, los métodos complementarios son de gran ayuda (hemograma, ecografía, tomografía, punción)", expresa el Dr. Ángel Muratore.
"La mayoría suelen ser reactivas e inocuas"
El Dr. Ángel Muratore lleva tranquilidad a las familias y piden controles antes de llegar a la preocupación desbordante, ya que por lo general, se trata de ganglios indefensos que no complican la salud del niño.
"En resumen, la mayoría de las adenopatías suelen ser reactivas e inocuas, y solo necesitan control y seguimiento. Sin embargo, existen algunos casos puntuales de sospechas de patologías que requieren una intervención mayor. De todos modos, ante la presencia de una adenopatía, no demorar la consulta con el médico de cabecera, quien despejará las dudas sobre el seguimiento del mismo", resaltó finalmente el médico pediatra.








