Tecnología, aliada vital en el ocaso de Jesús "Talibán" Araujo, el terror de las mujeres en Robles

Merced a la tecnología de celulares e intervenciones telefónicas, Jesús Antonio Araujo, apodado "El Talibán", fue capturado en casa de su actual novia, dos años y dos meses después de interceptar a una pareja cerca del cementerio de Beltrán, Robles, y someter a la mujer a una tortura de vejámenes junto con sus dos cómplices.

El sujeto carga un frondoso prontuario, extensivo a los dos restantes: Manuel Alberto Brizuela (23), residente en el Bº Arenales de Beltrán y Víctor Araujo, hermano del nuevo detenido, ambos domiciliados en el Tramo XVIII.

De acuerdo con la causa que timonea la fiscal, María Alejandra Holgado, el 18 de julio del 2023 los tres presuntos salvajes emboscaron a una pareja, mientras se encontraba cerca del cementerio, a la vera de la ruta 34.

Encapuchados

Encapuchados, armados, los sujetos los despojaron de sus celulares. El joven ensayó una fugaz resistencia. A trompadas y patadas fue ingresado al monte. Allí, solo recibió golpes, incluido con un machete de grandes proporciones.

Aterrada, la novia fue puesta desnuda. Así, en la oscuridad y lejos de las casas, entre los tres vejaron a la víctima, mientras su novio lo contemplaba todo. Saciados sus bajos instintos, dejaron desnudo al muchacho y se fueron corriendo.

En semanas, Holgado (foto) recurrió a la tecnología. Por ella, descubrió que el botín fue negociado y que la vendedora era una mujer, cercana a Jesús Araujo.

Ésta fue apresada y luego condenada, en juicio abreviado, a tres años de prisión, por su participación en la sociedad delictiva léase la venta por las redes sociales.

Mal pensaron los expertos que los hermanos Araujo y Brizuela desaparecerían de escena. Se cruzó en sus vidas una docente. Espantada, luego denunció en la policía que fue interceptada por los tres delincuentes.

Segunda víctima

De noche, se trasladaba en motocicleta a buscar a su hija en una escuela por un camino vecinal denominado El Refugio. Antes de la ruta 34, fue alcanzada por los acusados.

La mujer, de Beltrán, relató que los individuos la hicieron ingresar por la fuerza al interior de una zanja, la pusieron de rodilla y obligaron a cubrirse la cara con una campera. La atacaron a golpes y tras amenazarla de muerte, le robaron dinero y celular. Con paciencia, los policías fueron tumbando uno a uno y ahora están listos para el juicio.

"No soy yo, era ella", culpó a una ex novia al ser indagado

"No soy yo, era ella", señaló Jesús Araujo al ser indagado por la fiscal, Holgado. Suelto de cuerpo, el ex prófugo reapareció en escena, pero esquivó las responsabilidades de su faena.

Al ser interrogado sobre las ventas de objetos robados, habría manifestado que él solo era un mero transportador. "No sabía en qué andaba mi ex novia. No sabía que vendía cosas robadas", lamentó.

Como buen imputado, no tenía la obligación de decir la verdad y por ende, lo que dijo quedará instaurado a fuego en los libros de la Fiscalía. Ahora, Holgado apura la marcha para bajar la persiana en esta dilatada investigación con las tres piezas del rompecabezas presas.