La Fiscalía reprocha al automovilista beber en demasía, chocar y no detenerse a socorrerlo, la madrugada del 11 de junio del 2023.
Automovilista ante tribunal por chocar y matar a peregrino Automovilista ante tribunal por chocar y matar a peregrino
En silencio, Abel Moreno enfrentó ayer los cargos por la muerte del peregrino David Francisco Véliz, en Añatuya, calificada por la Fiscalía como un "homicidio simple con dolo eventual" y reprimida solo con prisión.
Cerca de las 11 de la mañana, los vocales Alfredo Pérez Gallardo, Sara Harón y Julio David Alegre Paz sentaron en el banquillo al joven domiciliado en Real Sayana, Avellaneda, quien es representado por Ariel Villagrán. La Fiscalía es potestad de María Emilia Ganem.
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Lo medular de la batalla por venir no es la muerte, sino la calificativa: para la defensa, se trató de un homicidio culposo (excarcelable).
Definiciones
"El homicidio simple con dolo eventual ocurre cuando una persona, al ejecutar una acción, no tiene la intención directa de matar, pero prevé o representa la posibilidad de que esa acción cause la muerte de otra persona y, aun así, continúa actuando, asumiendo el riesgo de que ese resultado ocurra. El elemento clave es la indiferencia frente a la posibilidad del resultado de muerte, la cual se convierte en una decisión de seguir adelante a pesar del riesgo".
La definición del Código es clara, contundente, tanto o más que lo subrayado ayer por la fiscal, Ganem. En los alegatos de apertura, la funcionaria recordó que la madrugada del domingo 11 de junio del 2023, en la ruta 92, se dieron de "bruces" dos conductas contrapuestas.
Moreno guiaba un Citroën C4 y, al mismo tiempo, Véliz (también peregrino) guiaba su bicicleta, rumbo a su trabajo en el Matadero Municipal. Antes del destino, fue embestido y aplastado. Murió a los pocos minutos y Moreno huyó sin socorrerlo.
Los criterios opuestos
En la primera jornada, declararon los policías a cargo del operativo. Solo señalaron el hallazgo de la víctima ya sin vida, pero sin responsables aparentes.
Lo vital para el juicio llegará con los testimonios del grupo de amigos que acompañaba a Moreno, una de las cuales lo entregó y posibilitó la detención del automovilista.
De acuerdo con la causa, Moreno salió el sábado a la noche. Fue a un boliche, bebió alcohol y de madrugada, resolvió retornar a su casa. En el camino, chocó al ciclista Véliz y decidió seguir. En el medio, habría confiado a un amigo: "Me mandé una macana", en alusión al accidente en que omitió detenerse. Esa decisión, de segundos, es por la cual ahora afronta un juicio y el fantasma de un veredicto condenatorio.









