Apenas horas después del fallecimiento de su padre, el histórico entrenador Miguel Ángel Russo, el delantero decidió disputar el partido entre Newell's Old Boys y Tigre en el estadio Coloso Marcelo Bielsa de Rosario.
Nacho Russo jugó y convirtió tras la muerte de su padre: el fútbol se tiñó de emoción en Rosario Nacho Russo jugó y convirtió tras la muerte de su padre: el fútbol se tiñó de emoción en Rosario
La historia de Ignacio Russo conmovió al fútbol argentino. Apenas horas después del fallecimiento de su padre, el histórico entrenador Miguel Ángel Russo, el delantero decidió disputar el partido entre Newell's Old Boys y Tigre en el estadio Coloso Marcelo Bielsa de Rosario. Su presencia y posterior gol se convirtieron en uno de los momentos más emotivos de la fecha 12 del Torneo Clausura.
Con apenas 24 años, Nacho eligió mantenerse en la convocatoria y saltar al campo de juego, cumpliendo según sus propias palabras con lo que habría sido el deseo de su padre. En su honor, no solo fue titular, sino también protagonista: marcó uno de los goles de su equipo.
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El delantero, respaldado por su técnico Diego Dabove, también se acercó al entrenador rival, Cristian "Ogro" Fabbiani, para agradecerle por el respeto y el acompañamiento mostrados en la previa.
Ya en el juego, a los 22 minutos del primer tiempo, Russo tuvo su momento. Tras una buena maniobra individual de David Romero, el delantero definió con simpleza para abrir el marcador. Acto seguido, se arrodilló sobre el césped, cubriéndose el rostro con las manos, completamente conmovido. Sus compañeros corrieron a abrazarlo en una imagen que recorrió las redes sociales y la televisión.
Minutos después, mientras se reincorporaba, Nacho se acercó a una de las cámaras y mostró un tatuaje en sus costillas con una frase que estremeció a todos: "Todo se cura con amor."

Luego, besó el brazalete negro de luto y miró al cielo con una sonrisa, dedicándole el gol a su padre.
Aunque Tigre se había puesto en ventaja con su tanto, Facundo Guch igualó rápidamente para Newell's, en medio del descontento de los hinchas leprosos por el presente del equipo. El partido se mantuvo parejo y con pocas situaciones claras.
A los 77 minutos, Ignacio Russo fue reemplazado por Braian Martínez. Al salir del campo, recibió una ovación y los abrazos de sus compañeros y del cuerpo técnico. En el banco, se lo vio emocionado, pero con la serenidad de quien, pese al dolor, cumplió un homenaje profundo: jugar y convertir por su padre.








