Una misión imposible para padres: por qué a los niños les cuesta tanto dormirse a las noches

Lograr que un niño concilie el sueño por las noches se ha convertido en un gran desafío para los padres. En reuniones de adultos, la mayoría coincide en la "misión imposible" que significa que los hijos se duerman en un horario prudente, por decisión propia.

El Dr. Ángel Muratore, médico pediatra y docente de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Santiago del Estero contó, en diálogo con EL LIBERAL, que esta condición tiene varios orígenes y muchos de ellos pueden controlarse.

"Las causas más comunes de trastornos del sueño en niños tienen diversos orígenes. Pueden ser biológicas, emocionales o ambientales. Primero, destacamos las rutinas irregulares, con horarios variables para acostarse o levantarse", consideró como primera medida, para dar paso a la enumeración de circunstancias que pueden ocasión el trastorno en el sueño de los niños.

"El uso de pantallas antes de dormir, como celulares o tablets, o dormirse con la televisión encendida, ya que la luz azul que emiten inhibe la melatonina, hormona del sueño, es una de las causas más comunes", advirtió Muratore.

Y siguió: "La ansiedad, el miedo a la oscuridad, las pesadillas o separación de los padres también alteran el sueño de los pequeños, al igual que el exceso de estimulación por juegos activos o actividades intensas cerca de la hora de descanso. Algunos factores fisiológicos como la apnea del sueño, alergias, reflujo o micciones nocturnas frecuentes también afectan el buen descanso. A eso podemos sumarle que consumen algunos alimentos o bebidas que actúan como estimulante, o gaseosas, chocolates, dulces, café, comidas copiosas".

Otros

Sin embargo, tal como aclaró el especialista en salud infantil, los motivos son múltiples y entre ellos también se encuentros los cambios de vida cotidianos, mudanzas, nacimiento de un hermano, problemas familiares o escolares.

"Hay que tener en cuenta que, aunque pequeños y a su manera, los niños también sienten ansiedad y angustia", ahondó.

Algunas alternativas para lograr el objetivo

Entre las soluciones, Muratore sugirió a los padres establecer una rutina fija todos los días, incluso los fines de semana.

"Reducir el uso de las pantallas y crear un ambiente tranquilo y confortable para el descanso, con algún apego afín al niño (almohada, peluche). Realizar actividades relajantes como un buen baño con agua tibia, leer un cuento o música suave. Evitar comidas copiosas y pesadas", son algunas de las opciones.

Hay que consultar con el especialista las causas orgánicas como apneas de sueño o reflujos.

"Si el niño tiene miedo, acompañarlos un momento hasta que se duerman o dejar un pequeño velador encendido para evitar la oscuridad total", cerró el pediatra.