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EL LIBERAL . Santiago

Antula: de la Clandestinidad a la institucionalidad

Por Mario Ramón Tenti.

Antula- de la Clandestinidad a la institucionalidad - Foto- La Nación

Antula: de la Clandestinidad a la institucionalidad - Foto: La Nación.

22/10/2025 06:00 Santiago
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El Papa Francisco en su "Discurso a los Peregrinos de Argentina para la Canonización de la Beata María Antonia de San José de Paz y Figueroa" del 9 de febrero del 2024 señala que Mama Antula sintió el llamado, tras la expulsión de los Jesuitas, de "impartir ella misma los ejercicios espirituales, buscando así ayudar a todos a descubrir la belleza del seguimiento de Cristo.

Sin embargo, esto no le fue fácil, pues debido a la aversión que se había propiciado contra los jesuitas, le llegaron a prohibir dar los ejercicios, de manera que decidió impartirlos clandestinamente. Esta dimensión de la clandestinidad no podemos olvidarla, es muy importante". Estas palabras del Papa Francisco describen de manera sencilla y perspicaz, la práctica de Mama Antula desde la expulsión de los Jesuitas en el año 1767 hasta el año 1773 cuando recibe la autorización y licencias pertinentes del Obispo Juan Manuel Moscoso y Peralta, radicado en Jujuy, para organizar en toda la diócesis los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola. Es bueno recordar que todo "lo que olía" a Jesuita estaba suprimido y que María Antonia era mujer y laica. Sin embargo, como ella misma refiere en la carta del 26 de mayo de 1785 que escribe al Padre Juárez: "Primeramente en Santiago, el año de haber faltado Vds., que se comenzaron estos Ejercicios, y luego en Salta". A esto se refiere el Papa Francisco cuando dice que los "impartió clandestinamente". Desde 1767 al 1773 cuando le otorgan los permisos para realizarlos, Antula los venía realizando ya en varios lugares de Santiago del Estero y otras provincias. Pero el Papa Francisco no sólo nos dice que el actuar de Antula fue "clandestino" sino que la dimensión de la clandestinidad es muy importante y que no hay que olvidarla. No podemos aventurarnos a realizar una exégesis de las palabras de Francisco si se refiere exclusivamente a la práctica de Mama Antula o a una categoría antropológica, social y por supuesto eclesial. En el contexto del magisterio del Papa Francisco, es decir, de sus enseñanzas, me parece que apunta a algo mucho más amplio y profundo que el accionar de Antula. Se refiere a la libertad que nos da el Espíritu Santo, especialmente para hacer el bien, más allá de los límites y prejuicios de la sociedad. San Pablo nos dice: "donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad" (2 Cor 3, 17). Mama Antula sufría al ver cómo las personas se alejaban de Dios y las costumbres de los pueblos se iban modificando tras la expulsión de la Compañía de Jesús; en carta al Virrey Pedro de Cevallos del 6 de agosto de 1777 dice "Ha de saber Vuestra Excelencia que desde el mismo año que fueron capturados los Padres Jesuitas, viendo yo la falta de ministros Evangélicos y de doctrina que había, y con medios para promoverla, me dediqué a dejar mi retiro, salir, aunque mujer y ruin, pero confiada en la Divina Providencia por las Jurisdicciones y Partidos con venia de los Señores Obispos como constaba a Vuestra Excelencia, por lo que apunto remito, y colectar limosnas para mantener los santos Ejercicios Espirituales del glorioso San Ignacio de Loyola para que del todo no pereciese una obra de tanto provecho para las almas y tanta gloria para el Cielo". Lo que motiva a Antula a salir del beaterio y comenzar con la organización de los Ejercicios es el decaimiento de la vida de fe en los pueblos, y ella, siempre dócil a la gracia de Dios, escucha su llamado y emprende una nueva viva: "este nuevo y extraordinario modo en una mujer de girar por el mundo convirtiendo las almas con los santos Ejercicios" (Carta de Ambrosio Funes al Padre Juárez del 7 de octubre de 1784). El Papa Francisco en la Evangelii Gaudium dice: "El bien siempre tiende a comunicarse. Toda experiencia auténtica de verdad y de belleza busca por sí misma su expansión, y cualquier persona que viva una profunda liberación adquiere mayor sensibilidad ante las necesidades de los demás. Comunicándolo, el bien se arraiga y se desarrolla. Por eso, quien quiera vivir con dignidad y plenitud no tiene otro camino más que reconocer al otro y buscar su bien. No deberían asombrarnos entonces algunas expresiones de san Pablo: «El amor de Cristo nos apremia» (2 Co 5,14); «¡Ay de mí si no anunciara el Evangelio!» (1 Co 9,16)." ¿Cómo iba a quedarse Antula paralizada ante esa situación? ¿Los límites de aquella sociedad patriarcal e iglesia de cristiandad iban a impedirle llevar a Jesús a los hermanos? ¿se dejaría condicionar por los mandatos sociales o como buena hija de la Compañía de Jesús discernir la voluntad de Dios y obrar en consecuencia?. La Clandestinidad a que hace referencia el Papa Francisco tiene que ver con la libertad de espíritu, la que nos da el Espíritu Santo. Mama Antula fue fiel a Dios aunque eso le costara incomprensiones, rechazos y persecución. En este sentido, se expresa el Papa Francisco, cuando habla de la santidad en la Gaudete et Exultate nos propone a los cristianos vivir las bienaventuranzas: "Aunque las palabras de Jesús puedan parecernos poéticas, sin embargo van muy a contracorriente con respecto a lo que es costumbre, a lo que se hace en la sociedad; y, si bien este mensaje de Jesús nos atrae, en realidad el mundo nos lleva hacia otro estilo de vida. Las bienaventuranzas de ninguna manera son algo liviano o superficial; al contrario, ya que solo podemos vivirlas si el Espíritu Santo nos invade con toda su potencia y nos libera de la debilidad del egoísmo, de la comodidad, del orgullo". Muchas veces es necesario ir contracorriente, de la sociedad y los valores que propone, de las autoridades civiles y religiosas, de lo que esperan de nosotros aún aquellos que dicen amarnos. El Espíritu de Dios nos sumerge en el mar de la libertad y al mismo tiempo nos ayuda a discernir la voluntad de Dios. Sin clandestinidad no hay vida en libertad, sin ella no hay santidad. Antula supo ser fiel a Dios, en la clandestinidad, y aunque hoy todos la veneran y la quieren, y la han "institucionalizado", su vida nos señala en esa dirección, por eso es Santa, para el presente y el futuro de la humanidad. 

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