Cada 1 y 2 de noviembre, cientos de familias se reúnen en el cementerio para celebrar la ancestral "Alumbrada". EL LIBERAL acompañó a la comunidad en esta emotiva conmemoración que mantiene viva una de las costumbres más singulares del norte argentino.
La alumbrada en La Vuelta de la Barranca: una noche de luz, memoria y tradiciones santiagueñas La alumbrada en La Vuelta de la Barranca: una noche de luz, memoria y tradiciones santiagueñas
En el marco del Día de Todos los Santos y de los Fieles Difuntos, también conocido como Día de los Muertos, cientos de personas se congregaron una vez más en el cementerio de La Vuelta de la Barranca, en el departamento Capital, para participar de la tradicional "Alumbrada", una ceremonia ancestral que forma parte de la identidad espiritual y cultural de Santiago del Estero.
EL LIBERAL fue testigo de esta celebración que, cada año, reúne a familias enteras para "darles luz a sus muertos", encendiendo velas en los panteones como símbolo de recuerdo y compañía. En un paisaje iluminado por cientos de llamas que resisten la oscuridad, los vecinos renuevan su vínculo con quienes partieron, en una mezcla de devoción, nostalgia y esperanza.
También te puede interesar:
"Nosotros venimos en familia para recordar a mis abuelos que me criaron y así darles esta luz como una ofrenda para no olvidarlos", contó Ramón, vecino del lugar que, acompañado de sus siete hijos, participa cada año de la alumbrada.
(Alumbrada en el cementerio La Vuelta de la Barranca - Sgo del Estero/ Foto: José "Chino" Gomez EL LIBERAL - Ramón vecino del lugar honra la memoria de sus abuelos)
Preparativos y ritual
Los días previos, las familias limpian y adornan los panteones, sepulcros o nichos, preparando altares y arreglos florales. Todo debe estar listo para el 1 de noviembre, cuando comienzan las visitas y llegan personas desde distintos puntos de la provincia —e incluso de otras provincias— para sumarse a esta singular conmemoración.
En los alrededores del cementerio, se montan puestos de comida, bebidas, velas, flores y ropa, junto con ruletas y vendedores ambulantes que completan el paisaje popular. La jornada se extiende durante toda la noche: se reza, se conversa, se comparte alguna comida típica y se permanece junto a las tumbas hasta altas horas de la madrugada.
Una tradición que trasciende generaciones
La alumbrada es mucho más que un ritual religioso. Es un acto comunitario de amor y memoria, una manera única de rendir homenaje a los que partieron, reafirmando el sentido de pertenencia y continuidad familiar.
En tiempos donde muchas costumbres se desvanecen, esta celebración —que mezcla el rito cristiano con antiguas creencias del norte argentino— mantiene viva una tradición que une a los vivos con sus muertos, en un encuentro de luz, fe y memoria colectiva.
