A cinco años del crimen, los condenados hablaron por primera vez en un documental.
Los rugbiers que mataron a Fernando Báez Sosa hablaron sobre la vida en la cárcel Los rugbiers que mataron a Fernando Báez Sosa hablaron sobre la vida en la cárcel
Este jueves se estrenó 50 segundos: el caso Fernando Báez Sosa, una serie de Netflix, que relata el crimen que conmocionó al país, ocurrido en enero de 2020 a la salida del boliche Le Brique en Villa Gesell. En el documental se detalla cómo fue el brutal ataque al joven estudiante, cómo se desarrolló la investigación, el juicio y el cumplimiento de la condena.
Los rugbiers compartieron su experiencia desde el penal de Melchor Romero, donde cumplen sus condenas, y reflexionaron respecto a la noche del crimen, el juicio y el efecto sobre sus familias.
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Máximo Thomsen condenado a prisión perpetua y considerado uno de los principales responsables relató que eligió no recibir visitas al comienzo de la detención.
"No quería que me venga a ver nadie porque tenía mucha vergüenza", dijo en ese sentido. Y aseguró que fue sincero con su madre: "Desde el primer momento le conté todo lo que pasó, porque entendía que si había hecho algo lo tenía que decir".
También describió la confusión y el consumo de alcohol en las horas previas al crimen: "Habíamos llevado mucho alcohol de Zárate para no gastar tanto en el lugar. Nos pusimos a tomar como a las cuatro de la tarde". Sobre el ataque, explicó: "Mi conflicto fue con los de seguridad, en ningún momento miré quién estaba peleándose o algo".
El documental muestra distintas perspectivas dentro del grupo. Luciano Pertossi, condenado también a perpetua, sostuvo: "En el juicio se nos juzgó por otro lado".
"Me hace mal pensar en mi papá. Nunca en mi vida pensé en poner a mi familia en una situación así", indicó sobre las consecuencias en su entorno. Añadió que la vida en la prisión lo llevó a madurar rápidamente.
Ciro Pertossi, relató: "Nosotros ya estábamos condenados de antes. Era imposible que de ahí saliéramos con algo a favor". Al referirse a su propio proceso interno, destacó: "Verlo a mi papá estar tan mal fue muy feo" y reconoció que la experiencia lo llevó a valorar aspectos de su vida anterior: "Esto me sirve para darme cuenta de la buena vida que tenía y no la valoraba".
Enzo Comelli, también condenado a perpetua, fue enfático: "Estoy muy arrepentido de todo lo que pasó, 100%. Y me voy a arrepentir siempre. Sin intención de haberlo causado, pero arrepentido, al fin y al cabo".
Entre los condenados a 15 años de prisión, Blas Cinalli abordó los rumores de violencia dentro de su familia: "Mi mamá nunca me inculcó la violencia a mí. En ese momento me daba mucha impotencia".
Ayrton Viollaz, también condenado a 15 años, describió la madrugada de los hechos con estas palabras: "Era de madrugada y estábamos borrachos. Ninguno tenía en la cabeza lo que había pasado". Sobre el futuro, expresó: "Tengo esperanza, sé que en algún momento voy a tener que continuar con mi vida afuera de esto y espero que sea de la mejor manera".








