La diabetes, ¿tiene cura?

La diabetes es una enfermedad englobada dentro de las llamadas enfermedades crónicas no transmisibles. Es decir, no puede contagiarse de una persona a otra como una gripe y, una vez diagnosticada, nos acompañará toda la vida.

Sin embargo, un estudio reciente puso en duda esta definición al plantear la posibilidad de lograr una "remisión". ¿Qué significa esto? Que algunas personas con diabetes tipo 2 pueden presentar valores normales de glucemia y de hemoglobina glicosilada sin medicación.

Empecemos por lo primero: remisión no es lo mismo que cura. La diabetes implica un daño en el páncreas que es irreversible, por lo que no es posible curarla, o al menos no lo es aún. No obstante, es una gran noticia poder hablar de remisión, ya que además de no depender de medicación para mantener la glucemia, también se reduce el riesgo de complicaciones crónicas asociadas, como las cardiovasculares. Dicho de otra manera, podemos tener mejor salud, por más años.

El trabajo del que hablamos es el estudio DiRECT (Diabetes Remission Clinical Trial), realizado en atención primaria en el Reino Unido. Este estudio consistió en un programa estructurado de pérdida de peso, basado en una restricción calórica intensa, seguida de una reintroducción gradual de alimentos y soporte para mantener el peso. A los 12 meses, el 46% de las personas del grupo intervenido alcanzaron la remisión, frente al 4% del grupo de control.

La clave fue la pérdida de peso: cuanto mayor el descenso de kilos, mayor la probabilidad de remisión. Recientemente se publicaron seguimientos a largo plazo que sugieren que, si se consigue y se mantiene una pérdida de peso importante, la remisión puede sostenerse varios años. Esto refuerza la idea de que la intervención temprana y el apoyo sostenido pueden marcar la diferencia.

Es importante destacar que este trabajo se realizó en personas con exceso de peso y diagnóstico reciente de DT2, por lo que no aplica a todos los casos. Además, todos los participantes fueron monitoreados por un equipo de salud, que adaptó y ajustó la indicación alimentaria según cada situación. Aun así, el mensaje que deja es claro: la alimentación es fundamental para mantener las glucemias en rango. Probablemente ya lo sabías, pero vale la pena recordarlo.

Aunque la "remisión" implica no necesitar fármacos para mantener los niveles de glucemia en rango, no es un "permitido" para olvidar el control. Las glucemias elevadas pueden volver si se recupera peso o cambian otras circunstancias. Por eso, la remisión exige:

Seguimiento médico regular (controles de HbA1c y otros factores).

Apoyo nutricional y actividad física a largo plazo.

Vigilancia de factores cardiovasculares (presión arterial, colesterol).

Si se consigue la remisión, el equipo de salud continuará con el seguimiento para detectar recaídas a tiempo, si las hubiera.

Hoy, 14 de noviembre, celebramos el Día Mundial de la Diabetes, pensando en las perspectivas a futuro que tiene esta enfermedad. La diabetes tipo 2 puede entrar en remisión en algunas personas si se alcanzan y mantienen pérdidas de peso sustanciales mediante cambios alimentarios, actividad física y acompañamiento profesional. No siempre es posible para todos, y no debe confundirse la remisión con una cura definitiva.

Pero los hallazgos de estudios como DiRECT nos devuelven una gran esperanza: la enfermedad no siempre progresa de forma inexorable. La intervención temprana y el apoyo adecuado pueden devolver la glucemia a valores no diabéticos y mejorar la salud a largo plazo. Por eso, más que una invitación al optimismo, estos resultados nos recuerdan que vale la pena actuar a tiempo, hacer controles y conversar con el equipo de salud sobre las alternativas más seguras y efectivas para cada persona.