"Tumbero" purga siete años de prisión y, libre, casi mata a su flamante novia con un "pisón"

Un presidiario purgó siete años una pena por robo. Tras cruzar el umbral de la cárcel, se instaló en la casa de una novia, a quien intentó asesinar, apenas cuatro meses después.

Se trata de Richard Maximiliano Morales Ibarra, 32, quien se encuentra detenido por decisión de la fiscal, Judith Díaz (a través de la instructora Andrea Jiménez, foto), por "lesiones leves doblemente calificadas y amenazas en perjuicio de Yésica Martínez, 28, domiciliada en el Bº Santa Rosa de Lima.

Según la cronología, mientras cumplía una condena de 7 años, por robo, el "tumbero" empezó a relacionarse con su vecina del barrio, es decir Martínez.

Cuatro meses atrás, el sujeto fue liberado. Y de las rejas, pasó a la casa de su flamante novia, madre de dos menores, pero de otra gestión.

Entre muchos incidentes, el del 23 de octubre le costó muy caro. Se habría tornado más loco que en lo cotidiano. Irrumpió en la casa y la tildó de "p". En el patio, empezó a golpearla a trompadas en todo el cuerpo.

Como Martínez lloraba, la golpeaba más para que se calle. Cero cordura, recogió un "pisón" (objeto construido con cemento para dar firmeza a la tierra) y amenazó que lo usaría en su cabeza. Como pudo, la mujer gritó y un joven que pasaba por la calle alertó a la policía.

Los uniformados coparon la casa, rescataron a Martínez y horas después le quitaron la furia al presidiario, encerrándolo en una comisaría.

"Llorá y te haré p"

En la audiencia se supo también que en agosto, Morales Ibarra tuvo otro escándalo, en que también Martínez acabó moreteada.

Esa vez, le estrelló una trompada en la nariz y provocó una hemorragia incontenible. "Seguí llorando y te juro que te voy a hacer p", fue la tan vedada advertencia. Ahora, habría redoblado las amenazas: "Salgo en 15 días y agarrate", trascendió.

Por lo pronto, la jueza de Género, Norma Morán, le prorrogó ayer el encierro por 15 días más, sin escalas y con línea directa a la prisión preventiva.