Desde los pasillos de su humilde Suncho Pocito hasta los muelles internacionales.
El emocionante regreso de José Medrin Serrano, el joven marino loretano que dio la vuelta al mundo en la Fragata Libertad El emocionante regreso de José Medrin Serrano, el joven marino loretano que dio la vuelta al mundo en la Fragata Libertad
El sol de la mañana porteña acompañó un momento que quedará grabado para siempre en una familia santiagueña. Entre banderas, aplausos y abrazos, José Medrin Serrano, un joven marino nacido en Loreto, localidad de Suncho Pocito, pisó tierra firme este domingo tras completar una travesía que pocos pueden contar: navegar el mundo a bordo de la histórica Fragata ARA Libertad.
El regreso no fue uno más. Entre la multitud que aguardaba en el Puerto de Buenos Aires, allí estaban sus padres, Williams Serrano y Cira Coronel, sosteniendo la emoción en los ojos y el orgullo en el pecho. Ellos, que lo vieron partir hace meses desde el interior profundo de Santiago del Estero, ahora lo recibían después de que su hijo recorriera más de diez puertos internacionales y casi 40 mil kilómetros sobre el mar.
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La Fragata Libertad —símbolo de la Armada Argentina y embajadora nacional en cada rincón del mundo— culminó este domingo su 53° viaje de instrucción, tras 169 días de navegación que incluyeron una circunnavegación de 39.700 kilómetros. Pasadas las 10 de la mañana, bajo un cielo despejado y escoltada por buques menores, la imponente embarcación ingresó a la dársena norte, donde cientos de familiares, ex marinos, autoridades y curiosos la esperaban con emoción contenida.
Para José, el viaje fue más que una misión: fue un sueño cumplido. Desde los pasillos de su humilde Suncho Pocito hasta los muelles internacionales, cada puerto representó un aprendizaje, un desafío y la reafirmación de que el mar también puede latir fuerte en los hijos de tierra adentro.
Su familia, que compartió con orgullo las postales del joven durante la travesía, pidió que su historia se conozca. No solo como un logro personal, sino como un homenaje a tantos santiagueños que, con esfuerzo y sacrificio, se animan a cruzar fronteras.
José Medrin Serrano volvió al país. Pero también volvió al abrazo más esperado: el de sus padres, que entre lágrimas lo recibieron como lo que es, un hijo del interior que llevó a Santiago del Estero por el mundo.
