Hay 4 efectivos de fuerzas de seguridad, pegados. también, un civil. No se descartan allanamientos y nuevos descabezamientos.
La banda "poliladron" de ruta 92 exigió $ 500.000 a dos tours, pero apenas recaudó $ 200.000 La banda "poliladron" de ruta 92 exigió $ 500.000 a dos tours, pero apenas recaudó $ 200.000
"¿Qué, tenemos que pagar más? Ya nos sacaron $ 200.000 a los dos colectivos, kilómetros atrás", señaló el chofer de un tour. Así, posibilitó la caída de una banda de cuatro policías y/o un civil, a quien el Juzgado Federal Nº 1 acusa ahora por "asociación ilícita para cometer cohecho".
La historia salió a la luz el jueves 27 de noviembre en la ruta provincial 92, pasando Donadeu, departamento Alberdi. Fue casi de casualidad. Eran las 4 de la madrugada y pasaba un convoy de la Unidad de Investigación Antidrogas de Gendarmería Nacional (Santiago del Estero).
Los efectivos advirtieron la presencia de un automóvil Chevrolet Astra negro, dominio JVC 471, "pegado" a la causa iniciada ya en mayo de este año. Es decir, los gendarmes investigaban con mucha sutileza, una vigilancia no invasiva, a los hombres con un común denominador: todos son amigos y crecieron en la ciudad de Monte Quemado, departamento Copo.
Nocturno y gris
Atrás, los gendarmes vieron a dos colectivos de "tours de compras" estacionados. Un grupo de gendarmes giró en "U" y descubrió en Granadero Gatica, Moreno, al Astra detenido a la vera de la ruta.

Bajaron hombres vestidos como policías, portando conos refractarios y haciendo señales para que un vehículo descienda la velocidad y se detenga. En minutos, los gendarmes tomaron el control de ese curioso "operativo" y descubrieron en el Astra al policía de la provincia René Alberto Contreras.
Lo acompañaban, el policía Federal, D'Orazio Martínez y Rodrigo Franco Sandín, civil. En segundos, el grupo fue reducido y esposado.
Mientras, los gendarmes siguieron tras los dos colectivos de tours. A 6 kilómetros de Tintina, Moreno, los alcanzaron y pidieron detenerse.
Los choferes y conductores señalaron que antes fueron "extorsionadas por sujetos vestidos de policías a la altura de Ganadero Gatica. Nos pidieron $ 500.000 por los tours. Nos maltrataron y apenas juntamos y les dimos $ 100.000 por cada colectivo para seguir viaje. No teníamos más", aclararon a los gendarmes.
En medio de inocultable perplejidad, los coordinadores preguntaron una y otra vez a los gendarmes su condición, reticentes en asumirlos del lado "de los buenos", graficaron los voceros.
El hoy, de los sospechosos
El juez Guillermo Molinari (foto) indagó ayer al policía René Alberto Contreras. También están detenidos, el policía Federal, D'Orazio Martínez; el civil, Rodrigo Franco Sandín y el sargento de Gendarmería Nacional, Jorge Elías Molina. Miguel Alexander "Bebe" Vera, policía de la Provincia, es el único prófugo.

Siempre basándose en las incipientes redadas, la Justicia Federal les atribuye cargos por "infracción a la Ley 23.737 (art. 1)", más los delitos "contra la administración pública y asociación ilícita" (cohecho y/o abuso de autoridad), trascendió de esferas judiciales.
Contreras es representado por los abogados, Ricardo Juárez Rabí (foto) y Melany Maribell Pacheco.

Para el Federal, el fin del quinteto eran las dádivas y alzarse con mercadería de contrabando
La causa destaca y amplía que fue apresado el gendarme Molina y secuestrados objetos en su coche. En tanto, de la requisa al Astra "saltaron" diversas pruebas comprometedoras.
Ahora, ya con cuatro presos y un prófugo, trascendió que para la Justicia Federal, el quinteto conformaría "una organización criminal integrada por personal de fuerzas de seguridad y civiles".
El fin era "obtener dádivas y secuestrar mercadería presumiblemente de contrabando, mediante exigencias e intimidación, abusando de la función pública de sus integrantes policías". También, que la banda obtuvo grandes dividendos entre mayo y noviembre del 2025.
¿Cómo era la treta? Blancos, tours de compra. "Se comunicaban por llamadas y mensajes para coordinar controles policiales falsos, sin orden de autoridad. Se apostaban sobre rutas nacionales y provinciales, de noche o madrugada, aprovechando la poca visibilidad. Usaban vehículos particulares, conos y chalecos refractarios, aparentando un operativo policial", es la acusación.
En la oscuridad, "detenían colectivos que transportaban pasajeros en tour de compras. Exigían a las personas a cargo de los tours dinero, bajo amenaza de quitarles la mercadería. Contaban con civiles que aportaban vehículos y chalecos, para aparentar ser funcionarios policiales".








