Un gendarme que se encontraba de licencia, golpeó a su pareja, luego se ahorcó y le dejó una carta 

El hallazgo sin vida de un joven integrante de Gendarmería Nacional, que se encontraba de licencia, causó profunda consternación entre los vecinos del barrio Centenario, colegas y autoridades de la mencionada fuerza. Pasadas las 17.30, Marcelo Díaz (38) regresó a su vivienda —ubicada sobre avenida Moreno casi Andes— y a través de una ventana notó que su inquilino se encontraba suspendido en el aire, con una sábana envuelta en el cuello.

Inmediatamente, Díaz llamó a la policía. En cuestión de segundos la vivienda se llenó de funcionarios policiales. Los uniformados al ingresar constataron que la víctima —identificada como Diego Matías Kalilec, de 21 años, oriundo de Salta— no tenía signos vitales.

Rápidamente la fiscal de turno —Silvia Jaime Luna— tomó conocimiento de la situación y ordenó que todo el lugar permanezca perimetrado hasta tanto ella, junto al médico de Sanidad y personal del Departamento de Homicidios y Delitos Complejos, se haga presente en la vivienda.

Una vez que la representante del Ministerio Público Fiscal llegó al sitio, los expertos de la policía científica y Criminalística ingresaron para realizar los trabajos de rigor. Allí notaron que el gendarme había atado un extremo de la tela al caño de la tubería de gas para ponerle fin a su vida.

Cuando descolgaron el cadáver, el médico de Sanidad realizó una inspección en el cuerpo e informó que Kalilec tenía un surco en el cuello producto de ahorcamiento y no presentaba más lesiones externas.

Mientras los peritos analizaban todo el sector, los detectives iniciaron las averiguaciones sobre la vida del funcionario. Allí determinaron que éste —hasta el día lunes— convivía con su novia (una gendarme salteña) y otros tres compañeros.

Siempre en función de la información judicial/policial, obtenida por EL LIBERAL, Kalilec se encontraba solo ya que sus compañeros habían sido trasladados a otras provincias y su novia había abandonado la casa luego de que éste le propinara una despiadada golpiza.

La joven —que aún tenía lesiones visibles en su cuerpo— también fue entrevistada por los detectives a quienes les contó que había mantenido una discusión con el acusado y tras las agresiones físicas corrió a pedir ayuda a la casa de una amiga, donde pasó la noche.

Según consta en la investigación, la joven expresó que nunca realizó denuncia en contra de su pareja y que solo su mamá sabía de las agresiones físicas que recibía por parte de Kalilec, quien en reiteradas oportunidades le había pedido que regrese a Salta.

Una vez finalizados los trabajos de rigor, el cuerpo de la víctima fue trasladado a la morgue judicial. Mientras que sus pertenencias las entregaron a las autoridades de la fuerza que también acudieron al lugar de la tragedia.

No tenía su arma reglamentaría

Según informaron los investigadores, la víctima había solicitado licencia por estos días por lo que —según lo indicaría el protocolo— la Fuerza Nacional le había retenido a Kalilec su arma reglamentaria.

Aparentemente sería condición de la Gendarmería Nacional que sus miembros, cuando no se encuentren de servicio dejen en la dependencia donde cumplen funciones, su pistola 9 milímetros que utiliza mientras trabaja, según informó una fuente cercana a la causa.

Dejó una carta para su novia 

Cuando los peritos ingresaron a la habitación donde descansaba Kalilec y su pareja encontraron sobre una mesa una carta dirigida a su novia, ya que ésta lo había bloqueado de sus redes sociales después de las agresiones.

Si bien hasta el momento se desconoce el contenido del texto, ya que la Dra. Jaime ordenó que sea secuestrada, se supo que la víctima realizó la misiva antes de tomar la drástica determinación ya que hallaron junto al escrito, una lapicera y un cuaderno.

Los investigadores, por orden de la representante del Ministerio Público Fiscal también secuestraron el teléfono celular del gendarme, la sábana que usó para quitarse la vida y otros elementos vinculados a la investigación.