"Pensé que me mataría a mí, no que les haría daño a mis hijos" "Pensé que me mataría a mí, no que les haría daño a mis hijos"
LAS TERMAS, Río Hondo (C) Silvia Rojas -una joven madre, vecina del barrio San Lorenzo- no logra sobreponerse de la noche de terror que vivió cuando su ex pareja le prendió fuego a la casa mientras ella se encontraba en el interior junto con sus seis hijos, y dos sobrinos, entre ellos una adolescente embarazada de 4 meses.
La odisea comenzó pasadas las tres de la madrugada, cuando una de las hijas de Silvia salió a apagar una luz y descubrió que la ex pareja de su madre estaba fuera de la casa. El sujeto comenzó a arrojar nafta por las ventanas y le prendió fuego al domicilio donde dormían casi todos.
La rápida reacción de sus moradores les permitió salir totalmente ilesos del inmueble, que, pese a la ayuda de vecinos y de bomberos, fue consumido por las llamas en su totalidad, generando pérdidas totales, y el peligro de derrumbe de la estructura.
Silvia (34) está separada de Osvaldo Giménez, de 35 años, desde hace más de un año. Estuvieron en concubinato por un breve lapso, sin tener hijos en común. La mujer habló con EL LIBERAL en exclusiva y sostuvo que hace aproximadamente un año se separaron en buenos términos, pero al poco tiempo el sujeto comenzó a amenazarla y enviarle mensajes intimidatorios, hasta que cierto día la agredió físicamente en la vía pública, motivo por el que ella radicó una denuncia en su contra.
Un mes más tarde, el agresor volvió a la casa de la mujer, y tras agredirla físicamente extrajo un arma, en apariencias para matarla, lo cual fue impedido por Silvia ya que logró golpear la mano del sujeto, pasando el proyectil muy cerca de su pierna. Allí se radicó la segunda denuncia y se mudó a Mar del Plata por el temor al violento hombre.
Sin embargo, pasados casi treinta días, y creyendo que los ánimos se habían calmado, Silvia decidió volver. Arribó este pasado domingo a su casa, donde habían quedado sus seis hijos al cuidado de sus hermanas.
Dos horas antes, Giménez había llegado al hogar y se había llevado un secarropa, y le dejó dicho a Silvia que la mataría. "Pensé que me mataría a mí, no que les haría daño a mis hijos", sostuvo la mujer. Luego continuó narrando: "Mi hija de 13 años lo vio, y pensó que estaba tirando agua, pero cuando le cayó la nafta en el pelo se dio cuenta de la situación; en una de las camas donde tiró nafta estaban durmiendo mis cinco hijos, él sabía que ellos estaban ahí".
"En pocos minutos perdimos todo, quedamos sin nada, nos ayudaron vecinos, comerciantes, quedamos con lo puesto", agregó Silvia mientras mostraba el interior de la vivienda que quedó repleta de hollín.
Entre Silvia y Osvaldo no hay hijos en común, los seis son de un matrimonio anterior con el cual no tiene inconvenientes, mientras que Giménez también tiene un hijo adolescente y se encuentra en pareja con otra joven.
Los hijos de Silvia son todos menores de edad, al igual que sus sobrinos, mientras que sus hermanas tienen 25 y 22 años. "Estamos con temor, el está prófugo y temo que aparezca y nos haga daño nuevamente, quiero que esto se sepa", sentenció Silvia con un dejo de temor y tristeza, mientras abandona su casa buscando cobijo para pasar la noche.