Una soberbia actuación en el Cilindro de Avellaneda

Racing Club cumplió ayer una soberbia actuación en Avellaneda, al golear a Patronato de Paraná por 5 a 0 por la 20ª fecha de la Superliga, en la que ya se ubica cuarto tras comenzar el año en el puesto 14.

Un tanto del defensor Leonardo Sigali, dos de su compañero de zaga Alejandro Donatti, otro de Lisandro López y el restante de Lautaro Martínez le permitieron al equipo de Eduardo Coudet quedar en puestos de clasificación para la Copa Libertadores 2019.

Racing propuso un fútbol vertiginoso, con presión en el campo adversario y mucha gente por delante de la línea de la pelota. Sus armas fueron dos laterales lanzados, un certero organizador como Neri Cardozo y tres delanteros indecifrables, de posiciones cambiantes para complicar las referencias de los defensores de Patronato.

No obstante, la diferencia se produjo mediante el recurso de la pelota parada -otra especialidad de la casa- cuando ya se habían acumulado méritos futbolísticos para conseguirla.

En una segunda jugada a los 25 minutos, Ricardo Centurión enganchó en el área, lanzó un centro preciso al corazón del área y Sigali irrumpió con un cabezazo alto para sorprender al experimentado Sebastián Bértoli, que se había lucido al inicio del partido cuando le tapó el gol a "Licha" López.

El 2-0 no se hizo esperar y llegó en la siguiente acción de balón parado que Neri Cardozo ejecutó con maestría. Donatti atacó el espacio en el área y ajustició al arquero con un cabezazo de pique al suelo.

Con esa ventaja, el local se permitió un respiro y le facilitó a Patronato un rato de protagonismo que nunca pudo ser aprovechado. El uruguayo Adrián Balboa desperdició cara a cara con Juan Musso la única posibilidad de gol, que se dio después del tercero de Racing que Centurión le sirvió a Lisandro.

Naturalmente que la goleada parcial con la que fueron al descanso le quitó intensidad al juego durante el segundo tiempo.

Patronato siempre se sintió lejos de la remontada y Racing no cedió en su vocación ofensiva, por ello la goleada se extendió en el último cuarto de hora.

Matías Zaracho, uno de los ingresados, le cedió a Donatti el 4-0 en el área chica después de una buena habilitación de Diego González, que volvió a la titularidad tras una lesión y fue capitán del equipo.

Sólo quedaba entonces el festejo de Lautaro Martínez, que había buscado el gol sin éxito durante toda la mañana. Pero en una de las últimas jugadas, el bahiense le ganó la posición al defensor Walter Andrade y definió con categoría ante la salida del arquero para lograr finalmente su cometido.