Un jugador santiagueño admitió la existencia de una transexual

En medio del escándalo por abuso de menores que involucra a jugadores juveniles de Independiente, ayer se conoció que fueron denunciados tres casos similares en River Plate y se precisó que los hechos ocurrieron entre 2004 y 2011.

En la denuncia presentada, se menciona a una persona transexual que frecuentaba el club y que tenía contacto con los chicos de la pensión del "Millonario".

EL LIBERAL se contactó con un jugador santiagueño que hizo inferiores en River Plate entre 2001 y 2009, que además vivió en la pensión del club hasta el 2006.

Este futbolista, que prefirió preservar su identidad, admitió la existencia de esa trans que se menciona en la denuncia, aunque dijo no haberla visto nunca y que “en el club todos la conocían”.

“Yo solamente sé que existía esa trans del que hablan en la tele. Todo el mundo en el club sabía de esa persona”, reveló el jugador.

 “Le decían Lore y frecuentaba el bar del club, pero nunca escuché que llevaba chicos o que pagaba ni nada”, agregó.

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“Ni siquiera sé cómo era”, acotó. Y también aseguró que, mientras vivió en la pensión, jamás ingresó a la misma. Y no cree que lo haya hecho alguna vez ya que “no cualquiera entraba a la pensión, para hacerlo había que pasar dos controles de seguridad. Es imposible que haya entrado alguna vez”.

 El testimonio de este jugador santiagueño confirma entonces la existencia de esa persona trans a la que se vincula con estos casos de abusos que habrían ocurrido entre 2004 y 2011.

Estos episodios, además de indignación y repudio, generan mucha preocupación, sobre todo en aquellos padres que tienen a sus hijos jugando en las inferiores de clubes de Buenos Aires. O bien en aquellos que tienen la posibilidad de enviarlos y ahora dudan de hacerlo por estos casos que salieron a la luz.

En ese sentido, el padre de este futbolista que hizo inferiores en River recomendó el acompañamiento familiar. “El padre tiene que estar siempre acompañando a los hijos, más cuando se van de Santiago. Y ver a dónde van también porque a veces las empresas de representación son fantasmas, te prometen cosas y después desaparecen”, comentó.

“Nosotros tuvimos la suerte de que, cuando fuimos a Buenos Aires, lo hicimos porque ya se habían hecho pruebas aquí en Santiago. Nosotros lo acompañamos siempre en el proceso de crecimiento porque es una edad en la que los chicos necesitan el apoyo de los padres. Lo mejor que hay es el acompañamiento”, concluyó.