En Buenos Aires hubo manifestaciones a favor del ex presidente y el Gobierno sigue de cerca la marcha de la situación

La sede de la Embajada de Brasil en la Ciudad de Buenos Aires se convirtió en el punto de encuentro de manifestaciones de diversas fuerzas políticas, sociales y gremiales en repudio a la detención del ex presidente de ese país Lula Da Silva.

Primero fue el turno de fuerzas de izquierda como el MST y el Mas, encabezados por los dirigentes Vilma Ripoll y Alejandro Bodart, quien advirtió que ‘está en riesgo la democracia en Brasil’.

‘Tenemos muchas diferencias con Lula y el PT. Pero es una brutalidad que el gobierno corrupto de Temer proscriba con la detención al dirigente más reconocido por el pueblo de Brasil’, señaló Bodart a NA. Tras ellos, fue el turno de agrupaciones como el JP Evita y Libres del Sur, mientras que también se manifestaron grupos del sindicato de Camioneros y una columna de La Cámpora.

En tanto, a nivel oficial, el canciller Jorge Faurie se puso en contacto con su par de Brasil, Aloysio Nunes Ferreira Filho, y mantuvo una conversación estrictamente informativa sobre la situación judicial del expresidente Luis Inacio Lula Da Silva.

El canciller brasileño, representante del gobierno de Michel Temer, puso en autos a Faurie sobre ‘cómo estaba la situación, lo que negociaba la defensa de Lula y el devenir de la causa’.

Según los diplomáticos argentinos, no hubo información adicional a la que se conoce por el periodismo. ‘El gobierno no tiene nada que opinar porque la situación está planteada institucionalmente’, señalaron los voceros oficiales.

"Si tu mayor socio está en esta situación política tan pesada, Argentina no tiene nada que decir", señaló un hombre del Gobierno.