Dolar Oficial: - Dolar Blue:- Dolar CCL:- Dolar Bolsa: - Dolar Mayorista: -

EL LIBERAL . Padre Koffi Gilbert

Los siete dones del Espíritu Santo

19/05/2018 22:45 Padre Koffi Gilbert
Escuchar:

Los siete dones del Espíritu Santo Los siete dones del Espíritu Santo

Domingo de Pentecostés.

Hace año que celebramos esta

fiesta y todo lo que vivimos

no sería posible si no recibíamos

al Espíritu Santo a través

de Dios. Hablamos mucho de

los dones que Dios nos da para

que podamos vivir nuestra fe y

del Espíritu Santo que nos permite

guiar nuestra vida. Dicen

que hay siete. La gracia de Dios

que obra; la sabiduría para entender

lo que favorece y perjudica

el proyecto de Dios. Necesitamos

esa sabiduría. él nos

fortalece, nos hace vivir la caridad

y nos prepara para la misión

plena de Dios. Sin esa sabiduría

no podemos hacer nada,

porque nos inspira, nos dicta,

nos muestra lo que podemos

hacer en este mundo.

Cuántas veces buscamos sabiduría

del mundo, que no puede

ayudarnos y darnos la posibilidad

de tomar decisiones.

Cuántas veces decimos que

no entendemos algo. Quién

puede entender todo de Dios.

Aunque es un Dios Padre, no

podemos entender todo. Por

eso hay que dejar que ese don

de Dios nos ilumine para aceptar

las verdades reveladas por

Dios.

Cuántas veces hoy no aceptamos

la realidad y no dejamos

llegar a nosotros ese don

que Dios nos da para entender

lo que Dios quiere de nosotros.

Ese Dios nos permite comunicar

a nuestro corazón y llegar

a una particular participación

del conocimiento divino.

En la intimidad del mismo

Dios hay que entrar.

“Les dará corazón para conocerme,

pues yo soy Dios”. Jeremías

24.7.

Hay un montón de consejeros

hoy. Pero debemos dejar

ese don del consejo para discernir

las opciones de saber

orientar y escuchar porque a

veces lo dejamos de lado para

buscar asesores. No es una acción

de soberbia; es la gracia de

Dios que obra. Hay mucha gente

que piensa y vive así pensando

que están en un buen camino,

pero no.

Como dice Isaías: “No juzgarás

para las apariencias, ni sentenciarás

de oído. Juzgarás con

justicia a los débiles y sentenciarán

con rectitud a los pobres

de la tierra”.

Podemos encontrar una

ciencia: la ciencia de Dios. Dios

que nos da la posibilidad de

saber realmente lo que es esa

ciencia.

La ciencia de Dios nos revela

exteriormente el pensamiento

de Dios por sobre nosotros. Nadie

conoce lo interno de Dios

sino el espíritu del él.

Después de conocer y entrar

en ese entendimiento y recibir

consejos de nuestro Dios, podremos

vivir la piedad, llegar

a ser piadosos y cumplir su voluntad.

El don del Espíritu Santo

nos permite estar siempre

abiertos a la voluntad de

Dios, buscando siempre actuar

como Jesús actuaría, en

esas realidades que no sabemos

aceptar.

Necesitamos fuerza para vivir

la piedad porque a veces estamos

sin fuerzas y buscamos

fuerzas exteriores. Pero no. Este

don nos vuelve valiente para

enfrentar las dificultades del

día a día, de la vida cristiana.

Con ese don volvemos a sentirnos

fuertes y vivir la fe.

Nos da perseverancia y firmeza

en las decisiones y después

de vivir esa piedad podremos

respetar a ese Dios.

Hay que respetar a ese Dios

que nos ha dado todo a nosotros.

Hay que entrar en la voluntad

de Dios con voluntad

total, apartándonos de todo lo

que nos desagrada. Por eso, Jesús

siempre tuvo cuidado en

hacer en todos la voluntad del

Padre.

Que el Espíritu de Dios nos

ayude a que podamos dejar

que esos dones iluminen nuestro

camino de fe, para que podamos

contagiarnos el mundo

de la alegría, del amor, de

la paz verdadera y vivir la paciencia

para que Dios desarrolle

todo lo bueno en nuestra vida;

para vivir esa bondad buscando

el bien de todos y compartir

nuestra felicidad con los

demás. Y para vivir esa felicidad

hay que vivir la fidelidad y

firmeza en Dios con modestia y

sobre todo con entrega total.

Que esta fiesta de Pentecostés

no sea únicamente una formalidad,

sino que hay que salir

al encuentro de los demás, de

las realidades.

Que Dios nos ayude en este

tiempo, que sea siempre, todos

los días, días de Pentecostés, de

iluminación, de paz.

Que nuestra Madre nos ayude

en ese camino para que seamos

hombres y mujeres renovados,

con corazón sencillo y

abierto a los demás. Amén.

Lo que debes saber
Lo más leído hoy