Escapó de una base policial un chaqueño que explotaba a 16 peones en Moreno Escapó de una base policial un chaqueño que explotaba a 16 peones en Moreno
La policía buscaba anoche intensamente a un contratista acusado de explotar laboralmente a 16 personas, quien huyó aprovechando una visita de su madre desde la Base de Patrulla Urbana en el B° Luján, ciudad de Quimilí, Moreno.
Se trata de Cesar Walter Medina, alias "Toro", de 38 años, con domicilio en Corzuela, provincia del Chaco.
De acuerdo con la investigación, el personaje se encontraba alojado en el organismo policial y el domingo burló la custodia, merced al horario de visitas en la institución policial
Cuando los investigadores advirtieron la ausencia de "Toro", el chaqueño ya era un mero recuerdo en la Patrulla.
Vestía jeans azul, camisa a rayas, buzo bordó, zapatillas del mismo color y sin cordones, estatura 1,65 metro, tez blanca, pelo corto y tiene un lunar en el lado izquierdo de la cara.
Odisea laboral
"Toro" cayó preso casi diez días atrás, luego que dos peones huyeran del campo que él "trabajaba" y denunciaran en la policía que junto con otros 14 peones eran mantenidos en condiciones deplorables.
Antes del fin de semana, la jueza de Control y Garantías, María Pía Danielsen, extendió por 15 días la detención de "Toro" y dos cómplices más: Zulma Beatriz Vázquez, de 44 años, y Juan Pablo Valvassori, 40, arrendatario.
Medina y Vázquez, ambos chaqueños, están imputados por "reducción a la servidumbre, privación ilegítima de la libertad y amenazas calificadas".
En tanto, Valvassori, de Quimilí, está sospechado de "reducción a la servidumbre y privación ilegítima de la libertad".
Las acusaciones
Están acusados de forzar a trabajar en condiciones de extrema decadencia a 16 personas, entre mayores y menores, en un campo ubicado a 10 kilómetros de Quimilí, en el departamento Moreno.
Los peones vivían en condiciones muy adversas; les retenían los DNI, retaceaban la comida y los vigilaban con armas de fuego.
Para la Fiscalía, los tres personajes se extralimitaron e incurrieron en infinidad de delitos, aprovechando la situación de pobreza y vulnerabilidad de las 16 víctimas.
Las mismas trabajaron y casi ninguna cobró sus haberes. Les prometieron de todo, pero en la práctica ello habría sido un burdo engaño.
Ahora, la Justicia reconstruye la pesadilla de la gente, los principales responsables.
