Dolar Oficial: - Dolar Blue:- Dolar CCL:- Dolar Bolsa: - Dolar Mayorista: -

EL LIBERAL . El Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Lucas (15,1-10)

07/11/2018 22:04 El Evangelio
Escuchar:

Lectura del santo evangelio según san Lucas (15,1-10) Lectura del santo evangelio según san Lucas (15,1-10)

En aquel tiempo, solían

acercarse a Jesús todos

los publicanos y los

pecadores a escucharle.

Y los fariseos y los escribas

murmuraban entre

ellos: ‘ése acoge a los

pecadores y come con

ellos’.

Je sús l e s di jo e s -

ta parábola: “Si uno de

vosotros tiene cien ovejas

y se le pierde una,

¿no deja las noventa y

nueve en el campo y va

tras la descarriada, hasta

que la encuentra? Y,

cuando la encuentra, se

la carga sobre los hombros,

muy contento; y,

al llegar a casa, reúne a

los amigos y a los vecinos

para decirles: “¡Felicitadme!,

he encontrado

la oveja que se me

había perdido”. Os digo

que así también habrá

más alegría en el cielo

por un solo pecador que

se convierta que por noventa

y nueve justos que

no necesitan convertirse.

Y si una mujer tiene

diez monedas y se le

pierde una, ¿no enciende

una lámpara y barre

la casa y busca con cuidado,

hasta que la encuentra?

Y, cuando la

encuentra, reúne a las

amigas y a las vecinas

para decirles: “¡Felicitadme!,

he encontrado

la moneda que se me

había perdido”. Os digo

que la misma alegría

habrá entre los ángeles

de Dios por un solo pecador

que se convierta”.

Comentario

Quien no se ha sentido

aceptado tal y como es,

en algún momento de su

vida, no puede entender

este fragmento del Evangelio

de Lucas. Por algo a

Lucas le llaman el evangelista

de la misericordia.

De todo lo que se podría

comentar hoy, me

quiero fijar en un primer

aspecto: vivir sin prejuicios.

Nosotros también nos

volvemos a veces fariseos,

o sea, que somos intolerantes

en nombre de la

lógica, de lo que se ha hecho

siempre y de lo que

nos parece que debe ser

así. Y a veces somos publicanos,

o sea, nos creemos

justos y nos permitimos

juzgar a los demás.

Nue s t r a s pr opi a s

ideas, nuestras concepciones

nos impiden ver

las cosas con los ojos de

Dios.

Quitarnos las propias

gafas, y ponernos las gafas

de Dios, para verlo

todo como él lo ve, es

el primer paso para sentir

la misericordia divina.

¿Juzgo a los demás o los

comprendo? ¿Acepto las

críticas o solamente me

gusta criticar? ¿Creo que

la gente puede cambiar?

¿Creo que yo puedo ser

mejor?

Lo que debes saber
Lo más leído hoy