Los celulares "queman y dibujan" una ruta vital

La policía incautó los celulares, en cuyas memorias atesoran charlas con consumidores, precios, direcciones, etc.

Así lo indicó un funcionario, destacando que los aparatos permiten estimar montos de ganancias y la frecuencia de compra de cocaína y marihuana.

Un detalle nada menor: algunos clientes tenían pavor a la exposición, razón por la cual pedían a los dealers: "No den nombres ni domicilios, porque la c... escucha todo".

Siempre en función a la incipiente investigación, se presume que los dealers presos incursionaban en los barrios Mariano Moreno, Santa Lucía, El Vinalar, Sarmiento y el Juan Díaz de Solís.

En códigos

Al parecer, las operatorias eran básicas: "Traeme una remera"; "A cuánto está la mosca". Lo especial era un lunfardo o palabras de aparente sinsentido, pero que decodificadas en el lenguaje narco, denotaban pedidos de droga.

Cada uno de los casos ya fue descifrado. En esencia, eran comunicaciones de cliente y vendedor: la ley de la oferta y la demanda en el submundo narco.