Lectura del Santo Evangelio según San Marcos 8,22-26 Lectura del Santo Evangelio según San Marcos 8,22-26
los discípulos llegaron a Betsaida.
Le trajeron un ciego, pidiéndole
que lo tocase.
él lo sacó de la aldea, llevándolo
de la mano, le untó
saliva en lo ojos, le impuso las
manos y le preguntó: “¿Ves algo?”
Empezó a distinguir y dijo:
“Veo hombres; me parecen árboles,
pero andan”.
Le puso otra vez las manos
en los ojos; el hombre miró:
estaba curado y veía todo
con claridad.
Jesús lo mandó a casa, diciéndole:
“No entres siquiera
en la aldea”.
Reflexión
“Vino luego a Betsaida. Y
le trajeron un ciego pidiéndole
que lo tocase. él lo sacó de
la aldea, llevándolo de la mano,
le untó saliva en los ojos,
le impuso las manos y le preguntó:
“¿Ves algo?”. Levantando
los ojos dijo: “Veo hombres,
me parecen árboles, pero andan”.
Le impuso otra vez las
manos en los ojos; el hombre
miró: estaba curado y veía todo
con claridad. Jesús lo mandó
a casa diciéndole que no entrase
en la aldea.
Betsaida fue el lugar de nacimiento
de Andrés, Pedro,
Santiago, Felipe...
Betsaida es uno de los lugares
a los que Jesús recrimina
su incredulidad, la incredulidad
de sus habitantes Mt11,21
¡Ay de ti Betsaida!...
Betsaida se menciona yendo
de camino Mc6.45,52 ... les
mandó a sus discípulos que subieran
a la barca... en dirección
a Betsaida...El fue hacia ellos
andando sobre el mar... No le
reconocieron...
Sin duda Betsaida es un lugar
geográfico, aunque en su
localización exacta hay alguna
divergencia, pero al introducir
Marcos aquí esta curación del
ciego, algunos teólogos sostienen
que Betsaida es sinónimo
de incredulidad.
Incredulidad de los discípulos
de Jesús puesta de manifiesto
a lo largo de los relatos
evangélicos. Lc 61-15. En muchas
ocasiones Jesús habló a
los discípulos y estos manifestaron
su incredulidad. ésto pudiera
justificar que Marcos introdujera
aquí este texto, según
la interpretación de algunos
exégetas.
Hay dificultades para creer
en la persona y en el mensaje
de Jesús en las comunidades
cristianas a las que Marcos se
dirigía, ceguera humana a la
que Jesús quiere curar, nuestra
propia ceguera a pesar de
tanta Gracia.
Me invita este comienzo
del relato a pensar en la importancia
de “le trajeron” o
le llevaron a Jesús, de ese alguien
que acercó al ciego a Jesús.
El encuentro con el otro
que necesita ayuda, que necesita
de mí, la importancia
“del otro” que es capaz de
descubrir la necesidad y de
acompañar hasta donde está
la fuente de su curación.
Y una primera reflexión
para compartir: ¿me siento
identificado con el que le lleva
a Jesús, mi encuentro con las
personas...?