Generar espacios de reflexión para nuestros adolescentes

Hay una sociedad asustada ante el evento del niño adolescente intentando matar a su maestra, que se suma a otros hechos graves cometidos recientemente por miembros de ese grupo etario. No hay que asustarse sino actuar con sensibilidad humana, como lo ha demostrado la misma docente, diciendo "no lo culpo, es un niño".

Debemos preocuparnos y reconocer que el sistema de acoplamiento jurídico en relación a nuestras niñas, niños y adolescentes ha registrado una falla y ahí radica una responsabilidad social y política que debemos comenzar a desandar para evitar la repetición de estos graves delitos.

La Defensoría de Niñas, Niños y Adolescentes ha realizado múltiples actuaciones institucionales con relación a diversas situaciones planteadas respecto de conflictos suscitados en establecimientos escolares de nuestra provincia. En todos los casos se ha solicitado a las autoridades escolares la puesta en común de la trayectoria pedagógica del niño o niña escolarizado, que se encuentra generalmente dispersa y no aprovechada como fuente de información por los diversos centros educativos a los que ha concurrido el educando desde el jardín de infantes hasta el Nivel Secundario. Muchas veces esa información se encuentra concentrada cuando el niño o niña en cuestión ha realizado toda su actividad escolar en un solo lugar y ello facilita los dispositivos de gestión, conocimiento y análisis de las situaciones concretas.

Acciones y políticas

La información colectada por los gabinetes psicopedagógicos, además de ser un apoyo para la integración escolar, es un insumo decisivo para determinar acciones y políticas de prevención. Allí se encuentra concentrado el núcleo histórico de los nuevos ciudadanos del mundo. Estas herramientas nos permiten advertir la responsabilidad de los padres o tutores, su actuación en relación a su responsabilidad parental, los informes psicopedagógicos, las dificultades y potencialidades en el aprendizaje, problemas de conducta, situaciones de aislamiento que es muy importante visibilizar para determinar sus causas, además de planificar actividades en torno a las diferencias, porque no todos los alumnos están en un mismo nivel y es necesario generar el escenario educativo con las mismas oportunidades para todos.

Nuestra recomendación en ese sentido es resaltar la importancia de trabajar generando espacios de reflexión junto con los directivos, los docentes, los padres y las niñas, niños y adolescentes.

Hay voces que nos hablan desde miedo a lo desconocido y plantean el lugar común "que se pudran en la cárcel". La Convención de los Derechos del Niño, ratificada por todos los países del mundo menos uno (Estados Unidos), nos dice en su Art. 37 inc. B "...que la detención, el encarcelamiento o la prisión de un niño se llevará a cabo de conformidad con la ley y se utilizará como medida de último recurso y durante el período más breve que proceda...".

Hay aproximadamente 6.700 adolescentes en situación de encierro en la Argentina. La provincia de Buenos Aires ostenta el más alto porcentaje de niños adolescentes privados de la libertad.

Santiago del Estero no alcanza el uno por ciento de esta estadística nacional, ya que en estos momentos el Centro de Guarda, Custodia y Tratamiento de Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal, tiene diez adolescentes santiagueños enfrentando diversos procesos judiciales, todos ellos buscando una nueva esperanza para seguir viviendo, porque en cada uno de ellos hay historia de vida, en muchos casos marcada por situaciones de vulnerabilidad social.

¿Hay un lugar para ellos en esta sociedad? Depende de todos nosotros.