Su profunda admiración por Román Su profunda admiración por Román
Ramírez se definió como
un cinco “pasador”. Y a
la hora de consultarle por un
referente, no dudó en contestar:
“Riquelme. Todos saben
de mi admiración por él.
Por ahí juego unos metros
más atrás de lo que jugaba
él, porque hoy es muy difícil
en el fútbol recibir de espaldas.
Por ahí él tampoco recibía
de espaldas, sino que
se tiraba mucho a los costados
para recibir. Pero era un
jugador muy inteligente, que
sabía dónde recibir, dónde
encontrar los espacios, cómo
resolver rápido”.
“Oveja” se dio el gusto
de enfrentar a su ídolo
y hasta tiene su camiseta,
a la que definió como “el
tesoro más preciado”. “Tuve
la fortuna de disfrutarlo
dentro de la cancha y como
rival.
El tesoro más preciado
que me ha regalado el
fútbol es una camiseta de
él”, contó.
Y contó esa anécdota:
“En el 2009 jugamos con
Colón en cancha de Boca,
perdimos 3 a 2. Había salido
una nota en el Olé donde
dije que era muy fanático
de él y me gustaba mucho
su estilo de juego. Me sorprendió
que antes del partido
se acercó a saludarme
con una sonrisa.
Eso para
mí ya fue algo muy grande.
Y cuando terminó el primer
tiempo me acerco a él y le
digo ‘Román, ¿me podés
mandar la camiseta?’. Y no
me respondió nada. Para mí
lo más lindo había sido ese
abrazo y ese beso antes del
partido. Cuando terminó el
partido se acerca el utilero
de Boca y habla con el de
Colón y trajo la camiseta:
‘para el changuito de rulitos’.
Eso es algo que guardo
como el tesoro más grande
del fútbol”.
“Mi admiración nace
del gusto del buen fútbol.
Las cosas más difíciles, él
las hace las más sencillas.
Resolvía antes de tener la
pelota, ya sabía lo que iba
a hacer o como se movían
sus compañeros. Entonces
ejecutaba cuando vos
intentabas ir a apretarlo y
eso es algo que en el fútbol
argentino hoy no se ve”,
cerró.