En Santiago cada vez más gente busca refugio en la fe motivada por la grave crisis socioeconómica

La actual crisis social y económica por la que se atraviesa en nuestro país, moviliza a la gente en diferentes sentidos, y una gran mayoría sufre trastornos físicos y espirituales, ante la falta de trabajo o de recursos para cubrir sus necesidades básicas. Y del mismo modo en que acuden a un médico, psicólogo o un cardiólogo para que no haga eclosión su salud, también buscan refugiarse en la fe, para aliviar el alma, y para aferrarse a la posibilidad de un milagro.

EL LIBERAL consultó sobre el tema a tres sacerdotes del clero local, quienes coincidieron en que en estas épocas de crisis la gente acude más en “busca de Dios”, aunque advierten que no todos lo hacen con la intención de encontrarse con el ser de su fe, sino que se van en busca de una gracia que les otorgue una salida rápida del momento por el que atraviesan.

Del mismo modo, aseguran que en los últimos meses pudo advertirse un crecimiento de la cantidad de personas que llegan al templo “más que al culto, a pedir que se suplan sus necesidades”, y piden comida, ropa u otros elementos.

De todos modos, analizan que “Dios también se vale de estas cosas para hacerse ver”.

Respuestas

“En tiempos de crisis, socioeconómicas, o culturales, la búsqueda de Dios se incrementa, y esto es lógico porque las personas no encontramos respuestas a los sufrimientos y necesidades en el plano de lo histórico, de las expresiones y organizaciones humanas sin más. Incluyendo muchas veces, a las mismas organizaciones e instituciones religiosas. Necesitamos alivio frente al dolor, sanar las heridas del alma, encontrar respuestas superadoras a las de nuestro entorno cotidiano”, analizó el padre Mario Ramón Tenti, párroco de Nuestro Señor de Mailín y organizador de los retiros en la capilla de Mama Antula, donde advirtió un gran crecimiento de fieles.

Y añadió que “en estos momentos, el Dios de Jesús, rico en misericordia, amigo de los pecadores, de los enfermos, de los pobres, de la mujer, los niños y los ancianos, es decir, de los excluidos, aparece como una respuesta de dignidad reparadora frente al dolor”.

“Dios se hace presente con su ternura, con su cercanía sanante para devolvernos la alegría de vivir, para curar las heridas y enseñarnos que el único camino de salvación posible es el del servicio y del amor”, reflexionó.

“No se está solo”

Para el padre Marcelo Trejo, párroco de San Roque, “confiar en Dios en medio de las crisis e incertidumbres es sentir que no se está sólo en el camino de la vida”, y recordó el salmo que dice que “aunque cruce por oscuras quebradas ningún mal temeré, porque Tú estás conmigo”.

“Sin embargo, también abrir su vida a Dios y entrabarse al sentido de trascendencia, es abrirse al ‘más allá religioso’, y así confirmar que su mal, su desgracia y sus propios límites no han de vencer; porque siempre Dios es mayor. Por ello, todo rito, palabra o gesto tiene mucho valor, siempre y cuando anime a zambullirse en una experiencia religiosa”, puntualizó.

“Milagrito”

Frente a la consulta de qué busca la gente en Dios en estos tiempos de crisis, el padre Alejandro Gordillo (Santo Cristo), consideró que “no todos buscan lo mismo”.

“Hay personas que buscan de verdad a Dios, más allá de sus situaciones, malas o buenas, no todas vienen buscando lo mismo. Algunas buscan tener un encuentro personal con un ser o con una persona viva, pero otras personas, buscan el ‘milagrito’ del momento, solucionar esa necesidad imperiosa, momentánea y después no vuelve más”, puntualizó.

Recordó al respecto que está en el Evangelio aquello de que “aún recibiendo la bendición y la sanación de Dios, no volvieron a darle gracias”; analizó.

“Hay un agobio por una situación económica a nivel país muy fea, y también un gran disgusto y hartazgo con la dirigencia política, entonces, mucha gente entre la desesperación, la tristeza, la falta de esperanza, busca a Dios. Algunos son más conscientes de lo espiritual y otros sólo buscan tapar situaciones del momento, pero Dios se vale de esa necesidad para darse a conocer”, consideró finalmente el sacerdote.