Alumna santiagueña de 12 años se destaca en el país por una virtud poco frecuente

La historia de Ámbar Gómez, la niña santiagueña reconocida a nivel nacional por la Fundación Leer como una de las lectoras más destacadas del país, es también la historia de una escuela, de docentes comprometidos y de una familia presente. Así lo expresó Claudia Sosa, maestra de quinto grado de la Escuela N° 156 "8 de Julio" de Añatuya, quien acompañó de cerca el recorrido escolar de la alumna de 12 años y dialogó con El Liberal para poner en valor un logro que trasciende lo individual.

Oriunda de Colonia Dora, pero docente en Añatuya, Sosa explicó que la institución participa desde hace años de la Maratón Nacional de Lectura que impulsa la Fundación Leer. "Año tras año la fundación nos envía herramientas, cartillas, actividades sugeridas, enlaces a plataformas con libros digitales y audiocuentos. Todo eso nos permite prepararnos para la maratón que se realiza en septiembre y trabajar la lectura de manera sostenida durante el año", detalló.

Este 2025, la propuesta dio un paso más. "Creamos un club de lectura. Cada docente debía armar su club en la plataforma de la Fundación Leer, con usuario propio, y comenzar a leer junto a los chicos. La plataforma tiene una diversidad enorme de libros digitales, cuentos para todos los gustos y también audiocuentos, lo cual es clave para captar a todos los alumnos", explicó la docente.

En el caso de quinto grado "C", el club fue un verdadero motor de entusiasmo. Sosa, en ese sentido, remarcó que la propuesta no se limita al acto de leer. "No solo fomenta la lectura, sino también la interpretación. Al final de cada cuento había actividades: trivias, crucigramas, consignas de comprensión. Todo en base a lo leído o escuchado. Se iban sumando puntos, cuentos leídos, y ahí es donde Ámbar se destacó claramente", contó.

Según la docente, la alumna fue reconocida por la gran cantidad de textos leídos y por su compromiso constante con la propuesta. Otro aspecto innovador fue el eje pedagógico elegido este año. "Trabajamos con los antagonistas. Generalmente se pone el foco en los personajes buenos, los que resuelven los problemas. Este año analizamos a los antagonistas de cada cuento y eso fue diferente. A los chicos les gustó mucho y generó debates interesantes", relató.

Para la Escuela N° 156, el reconocimiento a Ámbar tuvo un impacto profundo. "Que haya sido destacada como la chica más lectora de la provincia es un logro muy valioso. Estamos muy orgullosos de ella, de su trabajo y también del trabajo que estamos haciendo como institución. Es un logro para toda la comunidad educativa: directivos y docentes. Es un empujoncito que necesitamos para saber que algo estamos haciendo bien", subrayó Sosa.

Fluidez lectora

Desde principios de año, la escuela trabaja con un proyecto institucional denominado "Fluidez lectora". "Buscamos que los chicos comprendan lo que leen, que puedan leer con entonación, con prosodia. La lectura es permanente en el aula y se aborda desde distintos tipos de textos, según la planificación. Pero siempre está presente, de manera constante", explicó.

En ese contexto, Ámbar se destaca naturalmente. "Es una niña dulce, cariñosa, muy aplicada y responsable. Cuando uno la escucha leer, es imposible no darse cuenta de que lo hace por placer y no por obligación", afirmó su maestra. A la alumna le gustan especialmente los textos largos, las historias que le permiten imaginar mundos nuevos. "Dibuja personajes, produce sus propios cuentos, deja volar su imaginación y su curiosidad. Eso es muy valioso", resaltó.

El reconocimiento no terminó allí: Ámbar Gómez también fue elegida como mejor compañera. "Fue una elección acertada. Es una buena niña, solidaria, y se merece esto y mucho más", expresó Sosa con emoción.

La docente puso especial énfasis en el rol de la escuela pública. "En muchos contextos, el niño se encuentra con los libros por primera vez en la escuela. Ahí comienza el amor por la lectura. El acompañamiento docente es fundamental: somos quienes guiamos, acompañamos y fomentamos ese vínculo", sostuvo.

Por otra parte, destacó un pilar indispensable: la familia. "Sin los padres nada sería posible. En el caso de Ámbar, su familia está siempre al pie del cañón, acompañando cada proceso de aprendizaje".

En tiempos atravesados por pantallas, tecnologías y distracciones constantes, el reconocimiento adquiere un valor simbólico aún mayor. "Que una alumna sea reconocida a nivel nacional por leer deja un mensaje muy valioso. La lectura ocupa un lugar central en el aprendizaje, despierta interés, emoción, y demuestra que cuando la escuela acompaña, el trabajo trasciende las aulas", reflexionó Sosa.

Y concluyó con orgullo: "Más aún sabiendo que Ámbar asiste a una escuela del interior de Santiago del Estero. Es un orgullo para toda la comunidad educativa". Finalmente, la docente agradeció especialmente a la Fundación Leer. "No solo de mi parte, sino de las autoridades directivas, del personal docente y de los alumnos. Estamos muy emocionados y agradecidos por el trabajo que realizan en cada rincón del país", expresó. Para la maestra Claudia Sosa, el logro de Ámbar es compartido: "Es el esfuerzo de la escuela y la familia, que creen en el poder transformador de la lectura. Ojalá sea la motivación para que otros niños descubran en los libros un mundo capaz de cambiarlo todo".