Afirman que se podrá detectar un ACV con un celular

Si la cara de una persona se cae de un lado cuando intenta sonreír, puede estar teniendo un ACV.

Ante un ataque cerebrovascular (ACV) es determinante actuar con suma rapidez: reconocer los síntomas y buscar atención es clave porque las posibilidades de realizar un tratamiento que aumente las chances de sobrevivir al cuadro sin secuelas se agota en las primeras horas. La asimetría en el rostro es uno de los principales síntomas de alerta (junto con el entumecimiento de uno de los brazos, dificultad para hablar o comprender, dolor de cabeza súbito y severo, problemas para caminar o para ver en uno o ambos ojos), que podrá ser detectado con una aplicación de reconocimiento facial en el teléfono celular.

“La inteligencia artificial (IA) ya se está utilizando en algunos centros médicos del mundo. Uno de los avances más significativos y que tendremos en el país en unos tres meses, es el desarrollo de una aplicación para celulares que sirve para reconocer parálisis faciales y saber si un paciente está sufriendo un ACV”, explicó a la agencia de noticias Télam el neurocirujano argentino Pedro Lylyk.

Esta tecnología permitirá “detectar el ACV en el momento en que se desarrolla”, afirma Lylyk. “El celular girará alrededor del paciente, al que se le pedirá que haga muecas para saber si está sufriendo un ACV. Esa tecnología estará disponible en las ambulancias, el celular analizará las imágenes y mandará la información al hospital para que esperen al paciente sabiendo lo que tienen que hacer y no se pierda tiempo valioso”, precisó. Lylyk comentó que el centro especializado en enfermedades vasculares Eneri será “el primero” en contar con ese tipo de aplicación en el país, lo que representa “un claro caso de la aplicación de la IA a la salud”.

MáS PRECISIóN EN

LA INTERPRETACIóN

DE IMáGENES

El neurólogo intervencionista español Marc Ribo señaló que otra de las aplicaciones importantes de la IA al ámbito de la medicina se da en el campo de la interpretación de imágenes.

“Si bien aún no se usa de forma habitual, en breve tendremos máquinas capaces de interpretar imágenes de estudios para detectar ACV, trabajo que actualmente requiere de personal médico especializado. Gracias a la IA se podrán analizar masivamente esas imágenes, transmitir los datos a un equipo médico y acelerar los tiempos de diagnóstico y tratamiento”, destacó el especialista.

Por su parte, el profesor argentino de neurocirugía José Cohen señaló a Télam que “estamos viviendo momentos en que las computadoras aprenden por sí mismas”.

“Cuando le das muchos datos a una computadora, no se quedan quietas como en un libro, donde hay información en páginas que no se mueven. Hoy las máquinas reciben datos permanentemente, cuando caminamos nuestros celulares registran los pasos, y esa información queda en algún lugar al que dispositivos inteligentes pueden acceder y analizar, si están programados para eso”, detalló.

Cohen, quien trabaja en el hospital Hadassah de la Universidad Hebrea de Jerusalén, en Israel, adelantó que en el campo de las enfermedades vasculares “pronto veremos que las correcciones de las arterias del corazón estarán mucho más guiadas por máquinas”.

“Hoy el catéter que se utiliza para colocar un stent, por ejemplo, se moviliza manualmente. En breve, a partir de cierto punto tomará el control una máquina que automatizará el proceso y lo hará más predecible, lo que significa que dependerá menos de la capacidad del médico”, destacó.

“La posibilidad de abrir arterias tapadas o de extirpar coágulos con tecnologías sencillas y con resultados excelentes cambió completamente la enfermedad cerebrovascular. Muy pronto veremos que la mortalidad y las enfermedades asociadas se reducirán muchísimo. Y ese es el gran avance que aportó mi generación”, concluyó este médico, de 42 años. (Clarín) l