Dolar Oficial: - Dolar Blue:- Dolar CCL:- Dolar Bolsa: - Dolar Mayorista: -

EL LIBERAL . Opinión

Desenredarse en vacaciones

Mari�ngeles Castro S�nchez

Mariángeles Castro Sánchez.

04/01/2020 23:49 Opinión
Escuchar:

Desenredarse en vacaciones Desenredarse en vacaciones

Por Mariángeles Castro Sánchez. Familióloga, especialista en educación. Directora de la Licenciatura en Orientación Familiar de la Universidad Austral.

Conectar o desconectar: un

clásico dilema existencial se

reedita. Ya no se trata de ser o

no ser, sino de conectar o no

ser; o de ser o desconectar. En

suma, de vivir o aparentarlo, en

contextos en los que las dimensiones

on y offline de la vida se

solapan, se cruzan, se hibridan.

Bajo esta lógica, un día de

playa en vacaciones es una experiencia

acabada recién en el

instante en que sus imágenes

circulan en redes, recién cuando

dejan esa huella que permite

que otros confirmen su existencia

y encanto. En ese espacio

no hay soliloquios, como en Hamlet,

sino interacción constante,

permanente, inevitable. Sí;

somos feedback dependientes

en redes sociales. Y es así como

la maraña de retroalimentaciones

y presencias remotas termina

por definir nuestro estilo de

vida, también en vacaciones.

Inmersos ya en este período

del año, vale preguntarnos si

concebimos un veraneo sin redes.

Tal vez la claudicación total

sea una idea extrema, pero ¿podremos

dosificar, medir, limitar

nuestros niveles de exposición

online? ¿Podremos disfrutar

también de la cercanía corporal,

del cara a cara con los seres

más próximos? ¿Estaremos

abiertos a compartir la intimidad

que depara la interacción

física directa?

Yuval Harari reflexiona sobre

la vida online y refiere que

esta separación progresiva del

cuerpo, de los sentidos y del

ambiente físico que las personas

experimentamos puede

provocar cierta desorientación.

Y se cuestiona sobre si habrá un

camino de retorno: en verdad,

esta es una pregunta que todos

nos formulamos. En una línea

análoga, Byung-Chul Han denuncia

una progresiva descorporalización

del mundo.

Así las cosas, el mirarnos a

los ojos parece ser aún una vía

necesaria para el desarrollo

de habilidades socioafectivas.

Porque esta aproximación nos

brinda, entre otras bondades, la

posibilidad de practicar la empatía,

esa capacidad emocional

y cognitiva de ponernos en la

piel del otro para reafirmarlo en

su ser, desde una comprensión

genuina y respetuosa de sus circunstancias.

Que las redes no nos enreden.

Que no nos impidan trascender

la superficialidad. ¿Podríamos

asegurar que somos

los mismos que sonreímos desde

un post o una story? ¿Expresan

esas intervenciones nuestra

índole personal o los filtros la

distorsionan? Todo el tiempo,

en ambos espacios, on y offline,

jugamos el juego de mostrar

y ocultar; no obstante, la

experiencia digital activa nuestro

sistema de recompensa cerebral,

multiplicando exponencialmente

la necesidad de que el

otro corrobore mi valor con su

like. Y esperamos, además, respuestas

inmediatas.

Sin embargo, para compartir

mis vivencias con los demás,

debería pasarlas primero

por mi conciencia, analizarlas

y entenderlas. Si solo tomo

como referencia las reacciones

ajenas sobre mis propios actos,

me alejo de mí mismo, me disocio.

Porque aprender a conocerme

tal como soy -y no tan solo

como me ven- es el primer paso

hacia el desarrollo de una autoestima

sana y realista.

En el espacio red las digresiones

son tenidas como nuevas

interacciones en un continuum

que amenaza con una existencia

fragmentada a sus usuarios.

¿Declaro lo que me gusta

en verdad?. ¿Comparto con

los demás desde mi ser generoso

o respondo a un imperativo

social?. En todos los casos, encontrarse

con uno mismo es el

prólogo necesario del encuentro

con los otros. También en vacaciones.

Sin interrupciones, ruidos,

ni aturdimientos. Buscando

que la experiencia no transcurra

vertiginosamente y se

desvanezca, sino que se asiente

y decante. En familia, con

amigos, el verano se presta para

fortalecer vínculos y repensar

mediaciones. Desenredarse,

por fin, parece ser una buena

idea.

Lo que debes saber
Lo más leído hoy