"Un solo irresponsable destruyó la ilusión de encontrarnos con nuestras familias"

El grupo de cinco santiagueños que se encuentran de cuarentena en el hotel Panamericano en Buenos Aires aseguran que un irresponsable les frustro la posibilidad de reencontrarse con sus familias cuatro de ellos fueron por al país limítrofe razones laborables mientras que el quinto fue por el aniversario del fallecimiento de su mamá.

El grupo está integrado por Carlos Roberto Gallo, Ramiro Anriquez y Rubén Cejas de Hoyon (Departamento Atamisqui), Ivan Basualdo de Villa Atamisqui y Richard Rodríguez Leal de Brea Pozo, este último viajó al Uruguay por el aniversario del fallecimiento de su mamá.

“Nosotros fuimos contratados por la multinacional Rio Gold para realizar trabajos de zanjeo para el tendido de una red eléctrica, pero ante la situación decidimos retornar a la Argentina para unirnos con nuestras familias, pero cuando llegamos a la Argentina nos pusieron en cuarentena, a las 400 personas del barco, después nos informaron que viajamos junto a una persona infectada con el coronavirus” indico don Carlos Roberto Gallo en diálogo telefónico con la corresponsalía loretana de EL LIBERAL.

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“Si nosotros lo vimos se trataba de una persona muy joven estaba con capucha y barbijo no pudimos ver bien su cara, se notaba como nervioso y traspiraba mucho. Sospechamos que algo estaba mal porque no desembarcamos y comenzaron a realizarnos monitoreo en el buque, luego que nos informaron nos trasladaron hasta el hotel, ya en cuarentena nos realizaron análisis los que dieron negativo y ahora estamos esperando que nos realicen hoy una contra prueba” explica el trabajador rural que viaja permanentemente con cuadrillas que desempeñan funciones en trabajos agrícolas.

Mientras que Richard Rodríguez Leal de Brea Pozo, había viajado al Uruguay por el aniversario del fallecimiento de su mamá y en comunicación telefónica con un amigo detallo los momentos que vivió a partir de que fue informado que compartió el viaje con una persona infectada, este aseguro que el aislamiento es riguroso que se encuentran de dos personas por pieza y que solo se puede abrir la puerta para recibir personal médico y comida.

“Es increíble que por un solo irresponsable 400 personas estemos viviendo esta situación, cuando uno sale a trabajar y se va por mucho tiempo de su casa emprende la partida con una sola ilusión que es reencontrase con su familia, pero esta persona sin ningún derecho tiro por el piso nuestras ganas de abrazar nuestros seres queridos, solo nos resta esperar y cumplir con lo que nos piden”.